• 18/05/2022 00:00

Peligro en las redes sociales e internet en la edad infantil

La OMS calcula que 200 millones de niños son abusados sexualmente cada año. Y cada vez más, gran parte de este abuso se lleva a cabo en línea o se registra y distribuye de manera digital

El internet se ha convertido en parte indispensable de nuestro día a día.

Los adultos, jóvenes y niños tienen siempre un dispositivo a mano. Actualmente, en las escuelas particulares panameñas, solicitan que un niño lleve su dispositivo para facilitar el proceso enseñanza- aprendizaje.

Estudios de la UIT y de la Unesco nos confirman que más del 50% de la población mundial tienen acceso a internet y el 30% de los usuarios potencialmente activos, son niños.

Como expresa Piedrahita (2020), las redes sociales han permitido la inmediatez de la información y han revolucionado la sociedad del conocimiento.

Nos preguntamos: ¿Están nuestros hijos seguros, navegando en internet?

Los delitos informáticos en niños son cada vez más frecuentes. El ciberacoso, el cyberbullying, el grooming, la explotación sexual de niños a través de videos, fotos, pornografía infantil, publicación de información privada, sextorsión, etc.

¿Cómo podemos enseñarles a nuestros hijos a protegerse en internet?

Dígale a su hijo que le muestre: ¿Qué hace?, ¿quiénes son sus amigos? y ¿para qué utiliza las redes?

Una vez que ingrese, usted puede enseñarle a configurar la privacidad y advertirle lo importante que es esto. Es común que los niños pongan todo en el muro público, porque ellos creen que todas las personas que se conectan a internet son como ellos, que son sus amigos. Su ingenuidad no les permite imaginar que hay personalidades perversas o que buscan conectarse con niños y adolescentes con otros fines.

La ventaja de configurar la privacidad es que sólo sus amigos accederán a lo que él pública.

Es muy importante que usted le indique a su hijo que se cometen graves delitos informáticos, por la información que ofrece algún miembro de la familia en las redes sociales. Citando a Cortez (2019), a través de la Ingeniería Social, la persona que está detrás del computador interroga al niño o al adulto sin que éste se percate que le está extrayendo información importante del hogar.

Cuando los niños suben una fotografía, un video a la red social o a un blog, cualquiera puede capturarla, guardarla en su celular o computadora y subirla en otra página web o red social; entonces, ya sería imposible quitar esa foto que no queríamos publicar y estará circulando por todas partes del mundo y perdemos el control sobre ella.

Hay muchos padres que niegan a sus hijos el uso de redes sociales, les prohíben subir fotos a la web y tratan de explicarles sobre los peligros de la red, pero la curiosidad es ese motor del aprendizaje que los lleva a explorar, sobre todo cuando dicen: “todas mis amigas lo tienen” y yo quería saber ¿qué era estar en Facebook?; y lo hacen a escondidas, aunque en las políticas de muchas redes sociales al registrarse no admiten menores de edad, los niños mienten y colocan que son mayores de 18 años.

Entonces, como padres, lo único que nos queda es enseñarles, advertirles y ayudarles a analizar la información, fotos y videos que no muestren situaciones o lugares que se presten para tentar a delincuentes.

Esperando que este método sea más efectivo y que aprendan a abrir los ojos en el mundo de la virtualidad, ya que no la podemos detener, llegó para quedarse, que ellos apliquen la seguridad informática que tiene cada red social, leyendo detenidamente las políticas de privacidad de cada aplicación.

Según la Unesco (2019), en el 2018, el Centro Nacional de Niños Extraviados y Explotados de los Estados Unidos recibió 18.4 millones de denuncias de material de abuso sexual de niños en línea.

El 17% de los padres afirmaron que sus hijos habían sido víctimas de cyberbullying. En algunos países, ese número sube hasta el 37 %.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que 200 millones de niños son abusados sexualmente cada año. Y cada vez más, gran parte de este abuso, se lleva a cabo en línea o se registra y distribuye de manera digital. En este caso, el internet facilita el abuso y la explotación.

Como adultos debemos concientizarnos que un cybercrimen está a la vuelta de la esquina, con un pequeño click de ratón, con los pedófilos online, filmaciones en directo de menores, mientras abusan de ellos en tiempo real.

Por lo general, las personas que abusan de un menor no son desconocidos, es alguien de su confianza, y el niño guarda silencio.

Una fotografía es el primer paso, para el abuso infantil, sólo es cuestión de tiempo.

Los delincuentes cibernéticos utilizan sistemas de encriptación para ocultar sus direcciones IP, se infiltran en las salas de chat, se ganan la confianza de nuestros niños a través del anonimato y apodos.

Es trabajo de los adultos encontrar una manera de mitigar y prevenir los daños y riesgos que enfrentan los niños cuando están en línea.

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