• 03/04/2009 02:00

Los peligros de la especulación

Quienes fraguan falacias como abultar, distorsionar o inducir los resultados de una encuesta, no están conscientes de las dimensiones ad...

Quienes fraguan falacias como abultar, distorsionar o inducir los resultados de una encuesta, no están conscientes de las dimensiones adversas y hasta trágicas que  pueden acarrear sus acciones. Y si lo están, contribuyen a desestabilizar el país.

Por lógica elemental, las candidaturas de Balbina Herrera y Guillermo Endara jamás permitirían ventajas tan abismales como las que se han estado publicando. También es un engaño que Ricardo Martinelli cuenta con el 50 % de simpatía, aunque el sondeo se haga en las mismas áreas y en un volumen tal que pudiera sacar de una misma muestra que le favorezca, resultados que publican en diferentes semanas haciéndolas aparecer como actualizadas.

Por un lado, Balbina fue eficiente alcaldesa y excelente ministra de Vivienda, y es actualmente una política con indiscutible trayectoria por sus incursiones especiales en el acontecer nacional. Por el otro, Endara, es fundador de los partidos Panameñista y Vanguardia Moral de la Patria, ex presidente de la República con una meritoria labor, y heredero indiscutible de los votos de los disidentes del arnulfismo que se aliaron con Martinelli. Ambos tienen sobrados méritos que demeritan todos los resultados de encuestas que se han publicado. Los resultados de los sondeos nos están presentando un panorama confuso, especialmente cuando quienes aupan a Martinelli sustentan ciegamente sus resultados dejando entre los incautos la impresión de que su triunfo es inminente y contundente. En este momento nadie tiene el don, sólo divino, de vaticinar resultados irreversibles.

Las contiendas políticas tienen un velo que impide ver más allá de las apariencias. Eso no se puede evitar. Lo que sí podemos  evitar es darle credibilidad a sondeos que pretenden vendernos como débiles la fortaleza de los candidatos menos beneficiados por estos, y mostrar como imbatible una candidatura fraguada sobre el pedestal de un pecunio que no debe comprar conciencias ni la incursión al solio presidencial del candidato que las financia.

-El autor es periodista.rnunez@hotmail.com

Lo Nuevo
Suscribirte a las notificaciones