• 23/10/2020 00:00

'¿Qué piensa el mundo de los EE. UU.?'

La prestigiosa cadena de televisión CNN hizo hace algunos días un interesante trabajo que tituló “¿Qué piensa el mundo de los EE. UU.

La prestigiosa cadena de televisión CNN hizo hace algunos días un interesante trabajo que tituló “¿Qué piensa el mundo de los EE. UU.?”. Uno puede sacar la conclusión de que la influencia de los EE. UU. en el mundo ha ido declinando. Se ha aislado completamente del mundo entero. Sus diferencias son muy claras, en especial con sus viejos aliados. Hoy día, todas esas naciones (principalmente las europeas) se han ido distanciando de los EE. UU. Esta impresión le permite a uno llegar a esa conclusión, además del trabajo de CNN con otras informaciones que han hecho público otros medios.

Su salida del “Pacto Climático de París” fue muy mal recibida y creó grandes diferencias con varios países. Después, unilateralmente, rompió el tratado de armas nucleares con Irán y le impuso muchas sanciones económicas. Las naciones europeas continuaron manteniendo dicho tratado; Irán se ha considerado liberado del compromiso y ha continuado sus ejercicios tendientes a lograr, en algún tiempo, bombas atómicas que era lo que EE. UU. y las naciones europeas buscaban evitar con ese tratado que firmó el presidente Obama.

Además, en las reuniones con Putin no ha podido arreglar el problema con Siria.

En una recepción que la reina de Inglaterra le dio al “Grupo de los 8”, que había tenido sus reuniones en Londres, se notó una marcada diferencia entre los líderes europeos y Trump. En un aparte de la recepción, un grupo de dirigentes de las naciones europeas (uno de ellos lo captó en plena conversación) se estaba riendo y haciendo burla del presidente de EE. UU., Donald Trump. Decían entre ellos, que con mucha frecuencia este llegaba tarde a las reuniones porque le tomaba mucho tiempo peinarse y arreglarse el cabello.

Trump consideraba que había hecho un arreglo con Corea del Norte; fue una impresión equivocada que él tuvo. Kim Jong-un siguió haciendo pruebas con sus cohetes y su objetivo es hacer uno de largo alcance que pueda llegar hasta los EE. UU. Con China tampoco ha podido tener éxito. Con el líder Xi Jinping, las diferencias se han profundizado y tenemos hoy día una guerra económica que está afectando a ambas naciones y a muchos países.

Su relación con Latinoamérica no ha sido consistente. Antes de ser candidato tenía mucho interés en Cuba y sostuvo varias reuniones personales con personas muy allegadas a Fidel Castro. Apenas se postuló para presidente cambió totalmente su política con la isla caribeña.

Realmente podemos colegir que el presidente Trump, que representa, por supuesto, a los EE. UU., no tiene una política clara con Latinoamérica. Hay países, entre ellos Panamá, que no tienen siquiera un embajador. En Venezuela, principalmente a los allegados y familiares de Maduro, les ha quitado visas, congelado dinero y bienes, así como les ha abierto casos judiciales por narcotráfico; también ha tomado medidas para afectar económicamente a Pedevesa, principal fuente de ingreso de Venezuela.

Su diplomacia con los países latinoamericanos que no simpatizan con Maduro ha fracasado, en el sentido de lograr que esas naciones sean, en sus políticas, más agresivas con Maduro. El “Grupo de Lima” se ha limitado a hacer, de vez en cuando, una que otra débil declaración y al final de cuentas, inocuas. Maduro sigue en el poder fortaleciéndose ante la mirada pasiva de todos los países democráticos del área.

Por el fracaso de la política mundial de los EE. UU., muchos dirigentes le echan la culpa a Trump, por haber perdido toda credibilidad. Públicamente no lo dicen, pero privadamente sí.

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