Una deuda que supera los $70 millones reclaman a las autoridades del Ministerio de Desarrollo Agropecuario (MIDA), los productores de arroz de la región...
- 19/10/2022 00:00
Los primeros años de la década perdida
La década de los ochenta empieza con aquella fiebre de reversión canalera que, según los Tratados Torrijos-Carter, se va a dar paulatinamente y que culminaría el 31 de diciembre de 1989 con la reversión total del canal a manos panameñas.
Es preciso señalar que el 1 de septiembre de 1979 empieza a regir la reversión canalera a manos de Panamá. La década de los ochenta en sus inicios fue un poco convulsionada, porque era la época en la que el Gobierno anterior del general Omar Torrijos había dicho que los generales regresaban a los cuarteles y Panamá viviría una nueva era democrática. Se pactaron unas elecciones presidenciales democráticas para mediados de esa década.
Con el pasar del tiempo vemos la desaparición física del general Torrijos, el año de 1981, llena de dudas, después de casi 40 años. Posterior a la muerte del general Omar Torrijos, se destituye al presidente constitucional Arístides Royo y se inicia todo un preámbulo electorero para las elecciones que se fijaron en el año 1984. Ante toda esta coyuntura, se crea una base legal que da mayores poderes a la Guardia Nacional, transformándolas en Fuerzas de Defensa, a imitación de otros países como Israel y Sudáfrica en ese tiempo.
En este marco, se suscitan ciertos eventos peculiares, como es la entrevista entre el presidente Ricardo de La Espriella con el candidato opositor Arnulfo Arias Madrid, donde se habla de un pacto en la gobernabilidad del poder político. Posteriormente, el presidente de La Espriella es destituido ante la presión de la Guardia Nacional. Igualmente, hay intentos de generales jubilados en iniciar carrera política a la Presidencia. Esto sucede en el año 1983, en el marco de toda una convulsión política conocida como el Viernes Negro.
En el año de 1984, el coronel Díaz Herrera, famoso por su denuncia pública en contra del dictador panameño Manuel Antonio Noriega en 1987, sobre el fraude de la muerte de Torrijos, motivó fuertes protestas entre la población. Tenían su fundamento en sobornos hechos por el Estado panameño en pro de actores políticos a los cuales la comunidad internacional y local no miraba con buenos ojos. Igualmente, se acusó directamente al general Manuel A. Noriega de la muerte de civiles durante el periodo de la dictadura militar. Fueron el resultado de un movimiento de todos contra la tiranía. Cada quien dio lo que pudo dar. Los civilistas arriesgamos todo lo que teníamos, nuestra familia, nuestro trabajo, nuestras casas y hasta nuestras propias vidas, para sacar del Gobierno a los que nos desgobernaban con impunidad.
En conclusión, la década del ochenta se caracterizó por el desajuste y desaceleración económica; además, Panamá se vio doblemente afectada por la crisis del petróleo, ya que se encontraba fuertemente endeudada, luego de la firma los Tratados Torrijos-Carter. Además, se inició un proceso democratizador, el cual llevó el nombre de “Veranillo Democrático”. La dictadura militar de Panamá se mantuvo por 21 años desde que se dio el golpe del Estado al presidente Arnulfo Arias Madrid, el 11 de octubre de 1968. Sin embargo, en comparación con muchas dictaduras latinoamericanas, no era anticomunista, era un proceso revolucionario para acabar con el mal Gobierno que tenía el país en ese entonces. Luego se llegaron a controlar los medios de comunicación, creando nuevas leyes y una constitución bajo el mando de Torrijos.