• 28/01/2017 01:00

Un problema, una solución

Panamá está harto difícil

La situación política, social, económica de Panamá está harto difícil, porque hace años dedicamos muchos esfuerzos a aliviar los males, en lugar de curar la enfermedad. Panamá tiene serios problemas en corrupción, desigualdad, inseguridad, ineficiencia y un largo etcétera. Si realizamos un diagnóstico serio a todos estos males, vemos que todo parte de una causa común: ¡los diputados! Y es que la Asamblea Nacional, que debiera ser el contrapeso del Ejecutivo, se ha convertido en una órgano vulnerable al chantaje y a las dádivas. ¿Por qué la Asamblea ha caído en esta situación? Para nadie es un secreto que el Legislativo está compuesto por diputados circuitales, quienes al día siguiente de ser electos, lo primero que piensan es en su reelección. Para mantener su electorado contento, empiezan a patrocinar equipos de fútbol, de béisbol, de tenis, etc.; a comprar los tanques de gas, a construir canchas, etc... Lógicamente lo que gana como diputado no da para tanto y allí lo atrapa el Ejecutivo con las partidas circuitales o como se llamen. Cuando el Ejecutivo requiere una ley o la aprobación de lo que desee, cobra el favor a los diputados. Para sanear de una vez por todas este problema, tenemos que modificar el sistema de elección de los diputados. En lugar de diputados circuitales, tenemos que elegir diputados provinciales y nacionales. Como dice el refrán: ‘Muerto el perro se acabó la rabia'. Si realmente queremos acabar con la corrupción, debemos empezar eligiendo a una verdadera Asamblea Nacional, con diputados probos que garanticen una real fiscalización del Gobierno.

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