• 12/06/2020 13:06

El problema de la tierra en Panamá, un secreto a voces

Muchas personas cuyas labores principales son las del oficio de campesinos, se hayan sumidas en esquemas de dominación en el que el acceso a la tierra es una mera ilusión utópica

Lo relativo a la dominación de los grandes latifundios en Panamá, es una realidad de la que muy pocos hablan, pero que afecta en gran medida las estructuras sociales de los campos de este país.Aún a día de hoy, muchas personas cuyas labores principales son las del oficio de campesinos, se hayan sumidas en esquemas de dominación en el que el acceso a la tierra es una mera ilusión utópica, creándose de tal modo las condiciones que han generado pobreza y desigualdad, en lo sucesivo a tantas generaciones anónimas que han coadyuvado con el desarrollo del proyecto de Estado-Nación transitista. 

Este tema genera debates en torno a una frase que genera miedo y especulación en las elites latifundistas de este país, me refiero al término de «Reforma Agraria», del cual solo quedan vestigios de lo que en un momento fueron las políticas del estado de bienestar aplicadas en Panamá durante las décadas pasadas de mitad del siglo XX: en este aspecto se tienen logros importantes como lo relacionado a la constitución de patrimonios familiares y los asentamientos campesinos, pero que a posteriori, con la instauración del modelo económico neoliberal, el acaparamiento y especulación de la tierra ha causado una desigualdad deplorable, agudizada incluso en la actual coyuntura de globalización y pandemia de SARS-CoV-2, condenando a muchos a la sobrevivencia. 

Sobre el aspecto mencionado, el sistema de la tala y desmonte del terreno, la roza, la siembra, deshierba y la cosecha, siendo la denominada primera coa, y la pela de tierra, siembra, deshierba y cosecha como segunda coa, ha sido un tipo de encomienda heredado desde tiempos de la colonia, en el que el campesinado se ha hallado sumido durante siglos, sin tener siquiera la ilusión posible de acceder a un metro cuadrado de terreno y ejercer la alimentación de sus congéneres, solo esto a beneficio de los grandes latifundistas que aprovechan ello para la creación de amplias de pastoreo, sacrificando en la mayoría de los casos a familias y poblaciones enteras durante generaciones, valiéndose de estas viejas estructuras de dominación que aun a día de hoy perduran en la denominada «Singapur de Las Américas», que curiosamente se encuentra entre los países con la mayor de desigualdad del mundo. 

Con este breve esbozo, no se pretende hacer alarmas a la oligarquía latifundista de este país, sino poner en duda tal viejo esquema de dominación que no ha logrado desaparecer del todo, ni siquiera la dictadura militar logró erradicarlo, pese a los pequeños avances logrados. 

Solo la conciencia y acción sobre el gran problema de desigualdad, emergencia climática, abandono del campo y sumisión de campesinos e indígenas en la pobreza, será la clave para explorar posibles soluciones a la anarquía de latifundistas que sacrifican dos importantes recursos: el ser humano y la naturaleza. 

La clave no será la asignación de meras asignaciones financieras clientelares, sino la erradicación de esquemas de dependencia y dominación.

El autor es abogado
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