• 30/01/2022 00:00

Protección al consumidor y libre competencia

“Los consumidores no pueden esperar que toda la protección provenga del Estado, y no tener una participación activa y organizada, para que sus derechos sean respetados por los agentes económicos”

En una sociedad de libre empresa y activa competencia de mercados, el consumidor debe velar por el cumplimiento de sus derechos, que le garanticen, al comprar bienes y servicios, el pago de un justo precio por el bien o servicio que recibe.

El 1 de febrero de cada año, se conmemora en Panamá el “Día Nacional de la Libre Competencia”, establecido mediante el Decreto Ejecutivo No. 2 de 12 de enero de 2011, por lo que es necesario destacar que, en este proceso de libre competencia, el consumidor tiene derecho, entre otros, a seleccionar libremente bienes y servicios de óptima calidad, y a estar protegido de prácticas indeseables, así como de anuncios engañosos en el comercio.

La Autoridad de Protección al Consumidor y Defensa de la Competencia (Acodeco) está llamada a “proteger y asegurar los derechos del consumidor y el proceso de libre competencia económica y la libre concurrencia, erradicando las prácticas monopolísticas y otras restricciones en el funcionamiento eficiente de los mercados de bienes y servicios para preservar el interés supremo del consumidor”.

Hay quienes argumentan que los procedimientos de protección al consumidor no son necesarios, porque el libre mercado puede regularse y controlarse por sí solo, y que los Gobiernos no deben intervenir ni promover la competencia.

Sin embargo, la realidad muestra que, frecuentemente, la aspiración a una perfecta economía y mercado ejemplar, aún están lejos de concretizarse. Por esta razón, la Ley 45 de 2007 dicta normas que los agentes económicos deben cumplir a cabalidad.

Hay que seguir impulsando una nueva cultura de consumo, donde el consumidor haga valer sus derechos, y no quedarse insatisfecho; denunciando aquellas situaciones que perjudican la libre competencia, como las prácticas que atenten contra de las normas establecidas. Entre estos actos, se destacan aquellos destinados a crear confusión en los consumidores sobre la procedencia de un producto; los casos de engaño que conducen a información falsa, incorrecta, o incompleta sobre las características, uso y ventajas de un servicio o producto.

Los consumidores no pueden esperar que toda la protección provenga del Estado, y no tener una participación activa y organizada, para que sus derechos sean respetados por los agentes económicos. Otro sector de la población aún desconoce que en el país existe libre competencia o como muchos la conocemos libre oferta y demanda, y que el mercado está sin regulación de precios, en su mayoría. De allí la importancia de comparar precios y calidad, antes de comprar.

Comunicador social.
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