La interconexión eléctrica entre Panamá y Colombia es una prioridad bilateral, y la oposición de las autoridades comarcales no frenará el proyecto.
- 24/07/2025 00:01
Prototipo panameño para la educación en ventilación mecánica
Durante los últimos años, el mundo ha sido testigo de cuán esencial es la tecnología médica para cuidar vidas. En medio de ese contexto, me embarqué en un proyecto que no solo desafió mis límites como estudiante, sino que también me enseñó el poder de la ciencia aplicada con propósito humano. Como parte de mi trabajo de investigación en la Universidad Especializada de las Américas (Udelas), desarrollé un prototipo de analizador de gases para ventiladores mecánicos, diseñado específicamente con fines educativos y de bajo costo.
Sí, leíste bien. ¡Un analizador de gases funcional hecho por estudiantes! Desde siempre me ha apasionado entender cómo funcionan las cosas, y este proyecto fue mi oportunidad de demostrar que en Panamá también podemos hacer ciencia seria, con impacto y con creatividad.
La idea surgió al darnos cuenta de una realidad que muchos enfrentan: los equipos biomédicos suelen ser demasiado caros para los laboratorios universitarios. Así que decidimos construir uno desde cero, usando tecnología accesible como el microcontrolador ESP32, una especie de “cerebro electrónico”, y sensores que miden la presión y el flujo del aire en los ventiladores. Todo esto fue programado en lenguaje de programación Python y ensamblado en un entorno seguro de laboratorio.
Pero no se trataba solo de encender luces o hacer que una pantalla mostrara números. El reto fue hacer que las mediciones fueran confiables, comparables con las de equipos profesionales. Para lograrlo, hicimos múltiples pruebas usando un ventilador comercial y un simulador de pulmón sí, existe eso. Durante las pruebas, pudimos observar que las lecturas del prototipo eran estables, coherentes y, lo más importante, útiles para fines educativos.
¿Y qué ganamos con esto? Un prototipo que puede ser replicado por estudiantes, docentes o técnicos, sin necesidad de equipos importados ni presupuestos imposibles. Además, este proyecto me permitió integrar conocimientos de electrónica, fisiología respiratoria, programación y análisis de datos. En serio, nunca imaginé que tantas materias se unirían para dar vida a un aparato que, aunque sencillo, tiene un enorme potencial en la formación de nuevos profesionales en salud y tecnología.
Agradezco profundamente a mi universidad y a Senacyt por fomentar la investigación estudiantil en áreas tan vitales. También quiero expresar mi gratitud al profesor Alfredo Lescher, Asdrúal Rojas, Biseth Araúz y Jay Molino por su orientación técnica y confianza en cada etapa. Por un año entero residí en el Laboratorio Experimental de Bioseñales de la Facultad de Biociencias y Salud Pública de la Udelas, donde pude aprender, experimentar y crecer como futura ingeniera y científica.
También aprendí que hacer ciencia no es algo exclusivo de grandes laboratorios en otros países. Desde Panamá, con ingenio, esfuerzo y mucha curiosidad, también podemos innovar y aportar soluciones reales.
Con este artículo quiero animar a otros estudiantes a lanzarse a investigar. La ciencia no es aburrida ni está fuera de nuestro alcance. Está aquí, esperando por esas mentes jóvenes que se atreven a hacer preguntas y buscan las respuestas con pasión.
Porque cuando el conocimiento se pone en movimiento, los límites desaparecen.