Reconocimiento a la lucha por la defensa de la soberanía nacional

La lucha llevada a cabo por el pueblo panameño en defensa de la soberanía nacional con la derogación de la Ley 406, significó un gran esfuerzo del pueblo panameño.

En ella participaron los educadores quienes por más de un mes realizaron una huelga nacional, los trabajadores de la construcción del Suntracs, la Conusi, la CGTP, CS, el FAT, la CNTP, el Comité Patriótico por la Vida, Panamá Vale más sin minería, CIAM, los campesinos, en especial los de Donoso, Omar Torrijos y Chagres, los indígenas, los jóvenes, Sal de las redes, enfermeras, médicos, organizaciones de mujeres, trabajadores de la salud, las comunidades, en fin las y los ciudadanos panameños en unidad de norte a sur y de este a oeste del país.

Hubo que realizar diversas actividades, entre ellas: piqueteos a la embajada de Canadá y a la Procuraduría General de la Nación, marchas, vigilias, cierres de calles, cierres en lanchas por los campesinos de Donoso en Punta Rincón. Acciones que contribuyeron a lograr la derogación de la Ley 406.

Este contrato antinacional convertía a la patria en un enclave colonial y le garantizaba a la empresa toda una serie de beneficios, como por ejemplo la exoneración del pago del ITBM. La lucha en todo el país provocó las medidas represivas del gobierno vende patria como uso de perdigones y gases lacrimógenos, asesinatos, retención del salario a más de 17 mil educadores, cierre de la cuenta al sindicato Suntracs, encarcelamientos, y amenazas entre otras. En esta lucha fueron asesinados los educadores Tomás Cedeño y Abdiel Díaz, y el compañero Iván Rodríguez en la comunidad de Chame, para quienes exigimos se haga justicia sin ninguna contemplación y se les trate a los responsables como se trata a un asesino.

Nos unimos a la propuesta de un plan científico, ordenado y gradual que garantice la reingeniería ambiental, laboral, social, económica y cultural de las regiones de Donoso y Omar Torrijos. Conformar un Comité Nacional con participación de los sectores que han luchado en defensa de la patria, quienes le darán seguimiento y fiscalización al desarrollo del plan, personal técnico que integre a profesionales nacionales y extranjeros. No pueden ser parte de este equipo quienes participaron en la elaboración del contrato derogado.

El plan debe contemplar a las y los trabajadores que laboraban en la mina para llevar a cabo el trabajo a realizar. La empresa minera tiene que pagar lo que cuesta el restablecimiento de lo que han destruido y dejarlo en condiciones satisfactorias. El que contamina paga. En la elaboración y aprobación del contrato minero hubo la participación desde el presidente de la República, ministros de Estado, hasta diputados que avalaron el contrato.

La Constitución Política de la República de Panamá señala en los artículos N°118 y 119 lo siguiente: Artículo 118: Es deber fundamental del Estado garantizar que la población viva en un ambiente sano y libre de contaminación, en donde el aire, el agua y los alimentos satisfagan los requerimientos del desarrollo adecuado de la vida humana. Y el artículo 119 dice: El Estado y todos los habitantes del territorio nacional tienen el deber de propiciar un desarrollo social y económico que prevenga la contaminación del ambiente, mantenga el equilibrio ecológico y evite la destrucción de los ecosistemas. Las organizaciones, los ciudadanos que salieron a defender la patria han cumplido con lo planteado en la Constitución. ¿Cuál es la responsabilidad que constitucionalmente le recae a quienes promovieron, defendieron la Ley 406 y llevaron al país a una paralización y a que muchos pequeños productores perdieran sus productos, y a que muchos compañeros que viven de la economía informal, y el millón de panameños que pasan hambre se les agudizara su situación y su condición socio económica? Quedan lecciones muy claras, y quienes aspiren a ser diputados, representantes de corregimientos y / o presiente de la república tienen que analizar que este país no es lo el mismo de 2019, esta lucha que ha sido en defensa de la soberanía, en contra de la instalación de un enclave colonial en el país, en contra de la contaminación y todo lo que acarrea a nivel de deforestación por parte de la explotación minera, en este caso de más de doce mil novecientos cincuenta y cinco hectáreas en el corazón de la provincia de Colón. ¡Que no lo olviden! Muchas gracias a todas y todos por el logro alcanzado.