El buen trato en casa y una vida sin violencia son algunos mensajes incluidos en las letras de las ‘Chiquicoplas’, una versión de las tradicionales coplas...
- 02/06/2009 02:00
Gobernabilidad y las redes de intermediación social
Desde una perspectiva democrática y ética, no se me ocurriría desearle al presidente electo del país, Ricardo Martinelli, que le vaya mal en su gestión de gobierno; todo lo contrario, el pueblo panameño aspira a que cumpla con sus promesas de campaña. Sin embargo, lo anterior no me quita el derecho de externar algunas preocupaciones relacionadas con el futuro gobierno, hipótesis de trabajo científico, sobre lo que eventualmente pudiera ocurrir en los tiempos por venir.
En ese contexto, sigo suscribiendo el argumento de que sería un error trasladar mecánicamente métodos del mundo empresarial a la administración del Estado, en tanto que este último funciona con una cantidad de variables y realidades, mediaciones en fin de cuentas que no pueden sujetarse a la lógica del mundo empresarial.
En la visión moderna del Estado, este se presenta como interpretando los intereses generales de la sociedad y ello demanda prácticas y formas de gobernar consecuente con este enfoque interlocutorio. En nuestra democracias resulta inadmisible la connotación del Estado-corporativo, única y sencillamente controlado por una clase o fracción empresarial o por una casta gerencial, limitada en su autonomía para tomar decisiones. Los estados modernos, y la administración Torrijos así lo entendió medianamente, demanda de redes de interlocución social o procedimientos institucionalizado de democracia participativa.
Lo anterior cobra fuerza, en tanto que la realidad nacional, como corolario de lo internacional, está variando de manera importante, al punto de que ya se comienza a sentir los efectos negativos de la crisis mundial y ello pone sobre el tapete la capacidad o incapacidad del Estado para preservar los equilibrios en la sociedad y un ambiente de confrontación disminuida en la sociedad.
La democracia siempre debe agotar sus procedimientos de persuasión y mediación social.
Los métodos de choque frontal y abierto, terminan deslegitimando la gobernabilidad y ello no es deseable para nuestro país, que en medio de los problemas mencionados, cuenta con posibilidades de seguir creciendo y produciendo desarrollo social. Como lo señalaba, estas son contradicciones donde los individuos se crecen o sencillamente languidecen.
La historia de cincos años por venir comienza a escribirse. El desenlace de estas probables contradicciones en gran medida dependerá del individuo —presidente—, que deberá hacer conciencia de que la relación con su clase lo puede sepultar políticamente y en consecuencia tendrá que hacer valer grados de autonomía política con relación a ella, para poder trabajar verdaderos escenarios de democracia participativa y de consensos.
-El autor es abogado.ramiroguerra50@yahoo.es