• 28/08/2020 00:00

Redireccionar hacia una economía verde

“[…] es fundamental el desarrollo de políticas públicas que tomen en consideración variables ambientales, el aprovechamiento óptimo de los recursos que posee el país […]”

La pandemia que se ha originado a nivel mundial ha impactado severamente las economías de los países, generando con ello, un replanteamiento del modelo económico.

Los hogares de las familias panameñas se han visto afectados por esta crisis en salud, producto de la COVID-19, generando un impacto socioeconómico negativo, pero también ha provocado un impacto positivo en el medio ambiente.

Por un lado, la economía ha mostrado una desaceleración económica, impactando principalmente en actividades como construcción, hoteles, restaurantes, comercio e industria manufacturera, entre otras. Algunas actividades comerciales han sido insostenibles, llevando al cierre de algunas empresas, suspensión de contratos en otros casos, aumentando así el desempleo; aunque se han tomado medidas para mitigar esta problemática, muchas familias han quedado al desamparo, sin un sustento diario, afectando la calidad de vida de una considerable población.

Por otra parte, la situación que vivimos ha generado impacto positivo en el medio ambiente, reduciendo la contaminación, como también se ha visto en muchos países, ya que se ha reducido el consumo de combustibles fósiles y las altas emisiones de CO2. Dicha situación nos obliga a reflexionar y replantear un modelo sostenible, considerando variables sociales y ambientales, como también precisa de alternativas de producción y cambios en los hábitos de consumo que permitan rescatar y mejorar las condiciones de vida de la sociedad.

La situación que vivimos hoy, el agotamiento de los recursos, el cambio climático y el deterioro de capa de ozono, entre otros problemas, plantea la necesidad de concienciar a la población en la conservación de los recursos, y enfocarse en el desarrollo de estrategias que impulsen el desarrollo de energías limpias, que permitan un crecimiento económico y un desarrollo sostenible, mejorando la calidad de vida de las personas.

El escenario muestra que es necesario redireccionar la economía hacia una economía verde, lo que implica un cambio profundo y drástico en el desarrollo de estrategias, que por una parte promuevan e incentiven la investigación, el desarrollo e innovación en tecnologías limpias, amigables con el medio ambiente, lo cual, crea oportunidades, para dinamizar la economía, incursionando en sectores que permitan generar empleos verdes, generando un impacto económico, social y ambiental sostenible.

Por otra, es menester, crear conciencia en la ciudadanía, educar en el cuidado y conservación de los recursos, ya que la problemática ambiental contribuye a agotar los recursos naturales, que son fuente de crecimiento económico y el procurar que la sociedad mejore su estilo y condición de vida, lleva implícito, la conservación de los recursos para esta y futuras generaciones, por lo cual los Gobiernos y agentes económicos deben trabajar en armónica colaboración para el logro de políticas de desarrollo sostenible.

Procurando el logro de estos objetivos, se hace necesario el apoyo de las autoridades, y la participación ciudadana, y una actitud responsable ante la problemática ambiental para garantizar a futuro una sociedad con una cultura ambientalista, que permita preservar los recursos que posee nuestro país, asegurar la manera de emplearlos dentro del marco legal permitido, posibilitando el disfrute de los mismos, viviendo en una sociedad libre de contaminantes, que no solo sería perjudicial a la salud, sino que impacta en la condición socioeconómica de cada uno.

Como también es fundamental el desarrollo de políticas públicas que tomen en consideración variables ambientales, el aprovechamiento óptimo de los recursos que posee el país, en el proceso de producción minorando la contaminación y recobrando los ecosistemas, el desarrollo de sectores emergentes, la inversión en salud, educación, investigación, tecnología sin comprometer el medioambiente, para bienestar actual y futuro.

Por otro lado, la responsabilidad social de las empresas, así como la inversión socialmente responsable podrán contribuir al logro de un nuevo modelo económico enfocado en una economía sostenible, comprometida con la conservación de los recursos, ecosistemas, el medio ambiente, que puede influir positivamente en la generación de empleos verdes, actividades económicas sostenibles, planteándose no solo la rentabilidad, sino la conservación de recursos naturales disponibles.

Docente universitaria.
Lo Nuevo