• 16/04/2013 02:00

Resurge la izquierda en Latinoamérica

Al momento que escribo se decide la suerte de Venezuela. Ha sido una campaña corta y desigual aunque Henrique Capriles, ‘El Flaco’, el j...

Al momento que escribo se decide la suerte de Venezuela. Ha sido una campaña corta y desigual aunque Henrique Capriles, ‘El Flaco’, el joven candidato opositor, con todas las desventajas y escollos que le presenta el gobierno, ha mostrado un dinamismo sorprendente, cambiado estilo de sus discursos y de acuerdo a las encuestas cerrando la brecha que lo separa del candidato oficial, Nicolás Maduro, ‘el hijo de Chávez’. Infortunadamente será muy difícil vencer el aparato gubernamental y el respaldo de las fuerza armadas comprometidos con la Doctrina Chávez. Se vaticina el triunfo de Maduro. Continuará la nueva tendencia reeleccionista de este Pueblo de América. Ojalá la Historia me encuentre errado en mi predicción.

Lo único cierto de las elecciones en Venezuela es la realidad de que quien gane tendrá serios problemas de gobierno ante los graves problemas económicos, serio clima de inseguridad personal, carencia de alimentos y otros problemas sociales que tendrá que enfrentar rápidamente. Tanto es así que algunos predicen que aun si Maduro gane, su tenencia podría ser corta, porque se considera que no tiene las cualidades de gobernante para lidiar con esos críticos problemas. Como tampoco goza de la férrea lealtad del chavismo que gozaba Chávez. Amanecerá y veremos.

En mis escritos anteriores en más de una ocasión me he referido a la tendencia de los de los países de este Pueblo de América de sufrir del síndrome de lo que los gringos llaman ‘copy cat’; o sea, seguir la moda, seguir la ‘onda’. Así fue como en cierta época de nuestra Historia se pusieron ‘de moda’ los gobiernos militares, país tras país, cayo en ‘la moda’. Luego vino la nueva moda de gobiernos democráticos y afortunadamente aún estamos en ‘esa onda’, unos mejores, más consolidados, que otros, pero con unas características muy particulares. La tendencia hoy, como yo la veo, es la consolidación de gobiernos de izquierdas y el continuismo. La causa, de acuerdo a los entendidos, con la que concuerdo, es la pérdida de fe de los pueblos en los políticos y partidos tradicionales. Los ejemplos sobran.

Ante este desencanto con la clase política tradicional, algo muy interesante surgió en el proceso, como bien lo dijo un sesudo analista político en recién charla, los izquierdistas descubrieron que ya no les era necesario usar las armas para poder obtener el poder político, ahora lo pueden hacer legítimamente a través del voto popular y lo están logrando. El resultado ha sido el avance de los gobiernos izquierdista elegidos democráticamente por voto popular. Lo crítico es que algunos, una vez en el poder, no actúan democráticamente.

La izquierda resurge en este Pueblo de América. No son pocos los gobiernos de otra tendencia. Veamos. Venezuela, Ecuador, Bolivia, Nicaragua, El Salvador, Uruguay y Brasil son claros ejemplos, unos más radicales que otros. Otra evidencia del avance de las izquierdas es el retorno del PRI en México. Tendríamos que ver cómo se comporta el candidato opositor de izquierda en las elecciones de la próxima semana en Paraguay, algunos le dan ventaja. Ya en Uruguay se habla de continuidad del partido de izquierda en las elecciones del 2014. En Chile ya se anuncia la candidatura de Michelle Bachelet y el retorno del la Concertación al poder, sería otro triunfo de la izquierda sobre la derecha.

Nos preguntamos si Panamá estaría afectada por la misma tendencia de giro hacia la izquierda. Aunque todo es posible en este Reino del Señor, al momento no visualizo un líder carismático de tendencia ideológica de izquierda en el panorama político nuestro. No lo veo. Como tampoco veo un partido de tendencia izquierdista de verdadero arrastre popular. Lo cierto es que sí existen claras evidencias de descontento del pueblo con los políticos y partidos tradicionales. El pueblo en sus expresiones se siente engañado y falto de atención a sus necesidades básicas agua, transporte, vías, educación, seguridad personal, alimentos. Considera que ha disminuido su calidad de vida. Es el caldo de cultivo que causó a otros pueblos repudiar a la clase popular tradicional y recurrir a nuevos líderes que, debemos admitir, que algunos, con todas sus desafueros y actitudes autocracias, han respondido en gran medida en mejorar la situación de los pobres.

Por lo antes dicho, nos preguntamos si Panamá tomaría la tendencia. Yo no lo visualizo en este momento, no encuentro un movimiento político radical de gran fuerza electoral; más veo la posibilidad de un intento reeleccionista del presente gobierno; pero, ¿si sale un ‘palo loco’ por ahí?

BANQUERO Y EXDIPLOMÁTICO.

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