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- 06/04/2013 02:00
La revolución homosexual y transgénero
V ivimos en una época de confusión, que surge de las falsas ideas promovidas por la nueva identidad de género, el liberalismo y el relativismo moral, y encima de eso, la mayoría de las personas que de buena fe apoyan los programas relativo a las mujeres y sus derechos, no se dan cuenta que están apoyando a una ideología perversa, nefasta y engañosa cuya premisa principal es destruir o modificar nuestras familias y desensibilizar a niños inocentes imponiéndoles la agenda homosexual y transgénero.
El líder comunista Vladimir Lenin una vez dijo, ‘Dame cuatro años para enseñar a los niños y las semillas que he sembrado nunca serán desarraigadas’. Del mismo modo, el movimiento homosexual ha entendido que para cambiar el rechazo persistente de la sociedad hacia el comportamiento homosexual, deben enfocar su estrategia hacia los niños y jóvenes. Actualmente, en las escuelas elementales de Estados Unidos, activistas homosexuales son invitados a dar charlas y presentaciones a los niños. Imponer esa agenda a niños inocentes es, criminal y condenable.
De acuerdo con el movimiento homosexual y transgénero, los instintos básicos del hombre, sus emociones e impulsos, no importa cuán depravado puedan ser, deben gozar de libertad absoluta, independientemente de lo que demuestra los hechos biológicos, las leyes naturales o la razón.
En su delirio de igualdad, las ideólogas de género niegan las desigualdades innatas y naturales entre hombres y mujeres dadas por Dios. Los hombres y las mujeres son singularmente diferentes. Nuestra cultura tiende a creer las mentiras de que diferente significa desigual. El hombre no es superior ni está por encima de la mujer, ni viceversa; pero tanto el hombre como la mujer poseen ciertas cualidades que los hacen más viables para ciertas tareas. Eso solo demuestra que es necesario orientar las ventajas de cada sexo, potenciando lo positivo de cada uno, teniendo en cuenta nuestras diferencias y no obviándolas.
Por otro lado, para el movimiento feminista la ‘identidad de género’ de las personas es completamente subjetiva, determinado por sus sentimientos y emociones, que anula cualquier evidencia biológica en sentido contrario. Sin embargo, expertos en el tema nos dicen que cuando la moral y la ciencia son dictadas por sentimientos subjetivos, entonces la razón, las leyes naturales y la realidad evidente estarán vacías de contenido. En lugar de conformar la ‘identidad de género’ de las personas a la realidad biológica, es la biología que debe conformarse a una agenda. La única ‘construcción social’ que se quiere imponer a la humanidad son las mentiras de la ‘igualdad’ que produce tales tonterías.
De acuerdo con la organización Foro De La Familia, el feminismo radical es un gran fracaso que no beneficia en nada a la mujer porque la desprovee de su dignidad y pudor y la obliga a interpretar el triste papel de la mujer que no es mujer. Además, el código de conducta impuesto por grupos feministas y su fanatismo ideológico que raya en lo enfermizo, son considerados como una de las causas de violencia creciente entre hombres y mujeres.
De más está decir que las ideólogas y dirigentes que impulsan esa forma de pensamiento, son, en su gran mayoría, lesbianas, bisexuales o homosexuales.
El porqué personas con altos niveles de inteligencia y talentos retóricos se someterían a tales razonamientos sin sentido a pesar de lo perjudicial que pueda ser para sus familias, es un misterio. Aceptan toda iniciativa feminista por descabellada, ridícula o irreal que pueda sonar. Pero esa es la realidad de hoy y la agenda política a que nos están llevando los grupos feministas.
Ese virus ideológico, esos planteamientos de género, que están siendo implantados, y que suenan tan raros, tan extraños, tan ajenos e increíbles y que ya estamos viendo hecho realidad en las leyes, en la forma de hablar a nuestro alrededor, en el debate político y en los medios de comunicación, tiene por meta llevar la lucha política a la intimidad de nuestro hogar. Ese es parte del empuje a nivel mundial para equiparar la unión de personas del mismo sexo al matrimonio heterosexual, y son muchos los medios que rehusan publicar artículos contrarios a la agenda homosexual dando de esa forma su apoyo al ataque contra niños inocentes.
Es hora de que nosotros, como cristianos, dejemos de permitir que grupos feministas radicales, activistas religiosos, ateos y políticos corruptos, que están trabajando febrilmente para deshacer todos los asuntos de fe, moral, ética y tradiciones cristianas, nos digan cómo vivir y cómo los cristianos deben adaptarse a su forma de pensar. Ha llegado el momento para que nosotros tomemos la ofensiva para salvar nuestras familias y nuestra sociedad.
PLANIFICADOR ELÉCTRICO JUBILADO.