• 20/08/2009 02:00

Las facturas del Río Pacora

Lo que tenía que ocurrir, ocurrió. No se trata de profecías del pasado (“ya se sabíaâ?¦”). El asunto está allí, pendiente y al...

Lo que tenía que ocurrir, ocurrió. No se trata de profecías del pasado (“ya se sabíaâ?¦”). El asunto está allí, pendiente y al parecer “pica y se extiende”. Los muertos serán llorados, a la semana talvez un poco olvidados; al menos nos quedará la lección aprendida (¿aprendida?). Acudamos a la memoria siempre acomodaticia entre nosotros y puntualicemos algunas cosas:

1. Las barriadas aledañas a los centros de población históricos como Pacora, se fueron repoblando a partir de la invasión que no solo fue militar, sino poblacional, integral y sistémica, como se dice ahora, porque nos arrancó la frágil careta de la vergüenza (lea, saqueoâ?¦ después les refrescaré sobre cómo nació Felipillo, “24 de Dic”, etc,). El cinturón crece desbocado, acumulando migración campesina y urbana, despojos indígenas; marginalidad, sicariatos y labia/botín politiquero. En Pacora, en cinco años el electorado creció en 35%; 2. ¿Qué tiene que ver esto con los recursos naturales? Que la Naturaleza igual “juega vivo” : Las planicies históricas que van desde los límites de la ciudad hasta El Llano-Cañitas-Alto Bayano ceden a la especulación de la tierra contaminada, recursos costeros, manglares. Y lo más delicado: Fuentes de agua, como el Río Pacora por cuyo martirio Panamá ha recibido sanciones internacionales. Y en este afán de lucro incontrolado, los arenales de Las Garzas.

3. El ensanche necesario que debe servir de interconexión productiva entre la metrópoli y Chepo hacia el Darién, es agencia de muerte. Los unos, usufructuando riquezas con o sin impacto ambiental, y los muchos a ver qué queda. Es el arrebato con el lecho de los ríos y las playas, de aquello que hoy lamentamos (otra ¿ “llamará e’ capullo” ?) en cadena interminable de culpables sin que lleguemos a la impune raíz del asunto; y 4. Cierto: Celebré la idea del Sr. presidente de inaugurar su mandato en Las Garzas, en mi entendimiento de “nativizar” a muchos de los entrantes. Salvo el presidente y unos pocos, la intención se frustró, ni la avalancha mediática se enteró de las realidades del entorno, más preocupada por redimensionar al Ejecutivo (no lo necesita con 70%). Como mínimo, me obligó a repetir que en el complejo entramado de intereses del desarrollo a ultranza con escasa responsabilidad social, los mal llamados transportistas son receptáculo de aquel, destrozando vidas, honras, vías y los nervios de la comunidad.

No se trata de prohibir, ni obstaculizar, tan solo de ordenar. En fin, lo que ya ustedes saben. Así es que vaya buscando su seguro de vida que también es parte de la cosa.

*Comunicador social.agalastica@yahoo.es

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