Rutas de humanidad

La Humanidad en sus ancestral motivación de conocer, de saber más de los planetas, la naturaleza, de los misterios de su origen, su destino, del Universo, la vida, la eternidad y la verdad ha seguido derroteros místicos, filosóficos y desde hace un par de siglo de la ciencia y la psicosociología. Vamos avanzando y dejando, en la Tierra, genes, riquezas, recuerdos y lo aportado al trabajo creativo y las investigaciones de interés humanístico en procura de la vida, el progreso y la felicidad general.

La energía que mueve el mundo ha sido el sol, en cualquiera de sus expresiones, que sale diariamente para todos, con equidad y que llega a la Tierra sin egoísmos para producir, para el que quiera sembrar la semilla. El agua cae y fluye serena para todos. Esa clara conciencia de las riquezas naturales que existen para todos y que permanecerán aquí para servir a todos, por todos los tiempos, pero que nosotros solo estaremos un momento de esa historia que nos toca escribir, que es un instante de esa evolución social.

Unos prefieren tomar la ruta del poder material y económico por la violencia y la imposición de una elite, para lograr sus objetivo.

La catástrofe de las guerras, las explotaciones laborales, el egoísmo de las injusticias sociales, la reacción primitiva de apropiaciones, la indiferencia y la ignorancia, han creado un ambiente hostil y de incertidumbre. Se ha estado perdiendo la perspectiva histórica. El egoísmo está saboteando la paz social. El devenir histórico de las diferentes culturas que lineal o espiralmente avanzan, nos advierte que las fuerzas económicas y armadas deben seguir la razón y los ideales sociales. Que han sido las ciencias y las artes los que realmente nos han dado felicidad. Desde Aristóteles y sus rigurosos métodos deductivos, hemos logrado componer esquemas de procedimientos base de los métodos científicos modernos.

Los valores de responsabilidad, lealtad, honestidad tolerancia y verdad constituyen la credibilidad y el honor, aun tienen validez.

Cuando lo accidentan intereses individuales exclusivistas, lo trastocan y se anarquizan.

Desde los tiempos artesanales en el feudalismo y más aun en la postrevolución industrial tomó consistencia el poder comercial y lo que antes era subsistencia se va convirtiendo en el embrión del capitalismo. La historia nos muestra la evolución del crecimiento monetario, del avance basado en la acumulación de materias en función de dinero, que desde el inicio creó diferencias entre los individuos en su creatividad e individualidad.

Esta apreciación puede que obedezca a actitudes mentales diferentes. A cómo se quiera ver al mundo. Se le sirve, o se sirve de él. Amar al prójimo, Servir a la comunidad. El bien común, o el celo por la propiedad, el sectarismo, la empresa, el consorcio como objetivo en la vida. Sí, la lucha por alcanzar el eureka del éxito. ¿Pero para quién? Crear unos inventos y maquinarias para que pocos puedan utilizarlo o para que todos podamos disfrutarlo armónicamente.

Es el gozo personal, o es la satisfacción de vernos todos compartiendo la felicidad. La modernidad, la tecnología y la producción agropecuaria es garantía de nuestras vidas para todos. Es la seguridad colectiva, donde no tengan que existir indigentes ni ignorantes, ni delincuentes, ni corruptos, ni pobreza. Esas pueden ser utopías, pero es el Nirvana a que debe aspira la sociedad.

Buda, Zaratustra, Cristo y Mahoma nos hablaron de estas cosas. Pese a que han tenido millones de seguidores. Aun no se encuentra la paz. La libertad, que es un valor sagrado del ser humano, le permite interpretar las cosas de diferentes maneras.

Hay delincuentes que comulgan en los templos. Explotadores y corruptos que se la pasan en las iglesias. Con conciencias domesticadas. Fariseos que son de capitales y sepulcros blanqueados. La sinceridad de las convicciones y los principios éticos son valores adquiridos de la sociedad, que es fundamentalmente la familia. Allí se forja el temple de la dureza del acero frente a las calamidades de la vida y los traumas de la sociedad.

Quien no ha sufrido dificultades, no conoce la satisfacción de vencerlas y no adquirir la experiencia de cómo se hace.

La perspectiva de cómo llegar a una solución sigue engendrando diferentes maneras de mirar el mundo. ‘De mi propiedad’, el Yo. O a nuestra comunidad. Hasta nuestros actuales sistemas de comunicación ha existido el individualismo. Pero la intercomunicación y la globalización traerán inexorablemente la socialización de los conocimientos y de sus beneficios naturales... Los inventos, las producciones, los grandes recursos deben conducirse a crear trabajo y beneficiar a las grandes mayorías comenzando por los más retrasados, los más humildes. Segregar el mundo en clases o categorías, no es humanístico. Todos debemos tener iguales opciones de ser primer mundo. La variable es la oportunidad de llegar a esa opción. Sin duda, la cultura y la educación son parámetros de superación. La conservación del ambiente y su desarrollo ecológico darán el progreso y continuidad a cada sociedad que tiene que encontrar su humano equilibrio, en la esencia de sus propios valores, sin pretender dominar, controlar y monopolizar todos los poderes para el usufructo sectario de su clase. Los muros no contendrán las inmigraciones. El sol sale para todos. Y todos debemos contribuir a empujar la historia por la ruta de la justicia social, que pueda darnos la paz y la felicidad para un mundo y un Panamá mejor.

*MÉDICO Y EX MINISTRO DE ESTADO.