Albert Einstein dijo hace más de cien años que le asustaba el solo pensar el cambio que daría el mundo cuando se desarrollara la tecnología. Este cambio se aplica a diversas áreas.

Extraer opiniones que expresaron panameños que aspiraban a ocupar la presidencia de la República, hace treinta años, puede resultar interesante.

El moderador de aquel acto, indicó pautas a cumplir a los candidatos. Veamos: Señaló que en consulta con especialistas en comunicación, estos debían ser de dos a cuatro, para evitar se perdiera la dinámica de la participación. El objetivo era incorporar al juicio valorativo de los electores los conocimientos que los candidatos tuvieran de los problemas nacionales, a fin de que reflejaran, además de la ética y moral que ya mencionamos, sus ejecutorias pasadas. Los temas a tratar serían: Deuda pública, privatización, uso de las áreas revertidas y bases militares. El moderador también indicó que uno de los panelistas podría hacer una repregunta al candidato que estaba siendo interrogado por los periodistas Luz María Noli, Julio Miller, y Dorita de Reina, quienes eran directores de noticias. Se señaló que los candidatos fueron escogidos mediante encuestas. Estos eran: Rubén Blades, Rubén Darío Carles, Eduardo Vallarino y Ernesto Pérez Balladares.

Inicio del debate. Luz María Noli pregunta a Rubén Blades. ¿Que haría usted con los tres mil cuatrocientos millones de capital e intereses que Panamá adeuda a la banca externa? Responde Blades: ¡Nada! Es lo que han estado haciendo los últimos seis negociadores. Dijo que aparte de inmoral, esa deuda era impagable, pero que Papa Egoró tenía los mejores hombres y mujeres para buscar otras alternativas y negociar el compromiso financiero. Que esa deuda era “artificial” porque existían los recursos. Que el gran problema era la corrupción.

Intervino ‘Chinchorro’ Carles apoyando los argumentos de Blades y recordando que esa deuda era del estado y que los compromisos financieros había que cumplirlos.

Dorita de Reyna le pregunta a Rubén Darío ‘Chinchorro’ Carles. ¿Ante la estrechez de las finanzas públicas, qué propone para restructurarla y lograr una mayor inversión? Contesta Chinchorro: “Es lo que estamos haciendo por 4 años. Asegurar que las finanzas públicas arrojen cada año en cuenta corriente, lo que ha permitido las inversiones. Disciplina fiscal, eficiencia y honestidad”.

‘Chinchorro’ a cada momento quería hacer aclaraciones. En una ocasión el moderador lo mandó a callar, contradiciéndose, pues había indicado que los participantes podían opinar. Nadie puede negar que Chinchorro era una institución en materia económica.

Nos impresionó el patriotismo y honestidad que reflejaba el candidato Eduardo Vallarino en todo momento . Dijo: “Yo veo el problema de las inversiones de manera diferente. Los inversionistas extranjeros llegan solo si gobernando hay gente que proyecte confianza. El país se ha empobrecido. Hay gente vendiendo limones en las calles. Ello se debe a una serie de disparates que se han cometido. Por eso no debemos elegir un candidato que tenga pasado oscuro”.

Mis recuerdos de hace treinta años.

Ese año de 1994, nos dijo don Isaías Cárdenas, propietario de Las Cabañas Playa Venao. El mejor candidato es ‘Chinchorro’ Carles, pero no lo van a elegir. A la gente le gusta lo malo.

Hoy los debates están marcados más por tecnología que por ideas. La tecnología no es mala, pero en un debate presidencial lo que debe predominar son las propuestas y proyecciones de los candidatos, no las campañas marcadas por líneas tecnológicas, desde los eslóganes hasta lo que tienen que decir.

El autor es jubilado, abogado
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