• 20/01/2014 01:00

Política Ambiental y Torneo Electoral

La política ambiental es el conjunto de acciones y medidas encaminadas hacia la conservación del ambiente y el alcance del desarrollo so...

La política ambiental es el conjunto de acciones y medidas encaminadas hacia la conservación del ambiente y el alcance del desarrollo sostenible, que se llevan desde el Estado y, cada vez más, por parte de otros sectores. Panamá, como he manifestado con anterioridad, cuenta con copiosos instrumentos políticos formales y su correcta utilización debería ser prioritaria, tanto por los actuales miembros del funcionariado público, como por los que aspiran a estas posiciones durante el presente año electoral.

Éstas políticas, se supone que guían la mano de los que toman las decisiones, utilizando la normativa jurídica así dirigida, sin perjuicio de la aplicación del amplio espectro de derechos humanos, que también amparan las atribuciones que merecen las personas, solo al pertenecer a la raza humana, sin divisiones ni discriminación alguna, siendo un ambiente sano, parte de esos derechos.

Hasta ésta línea, el lector seguramente llega al axioma principal de éste interminable debate: ‘¡Existen las políticas y las leyes, pero no se cumplen!’. Existen razones para ello. La principal es la cultural. El intelecto es visto como poco más que un estigma en nuestro medio, o como algo a mirar de lejos. La mayoría de los líderes de nuestro medio, lo son por cualquier cosa: oportunismo, suerte, agresividad, profundidad de su chequera o la de sus patrocinadores, pero no por sus dotes intelectuales, o de simplemente conocer del tema que rige o que quiere regir.

Un funcionario público o aspirante, como los mencionados, con una posición en una materia tan compleja y dinámica como la ambiental, no podrá ser eficaz, simplemente porque no conoce el tema que supuestamente profesa, es entonces incapaz de valorarlo y mucho menos capacitado para aplicarlo correctamente.

Cuando existen estos vacíos intelectuales, cualquier otro elemento: El oportunismo político, los prejuicios, las prisas, deseos de congraciarse con la parte más fuerte, el engaño, el temor reverencial, el indiferente ‘cuidar su trabajo’ por temor a la reacción de sus jefes, todo antivalor tiene la capacidad de reemplazar la información y doctrina que requiere la aplicación de la dimensión ecológica.

Esta situación no es nueva, pero hoy ha hecho crisis, los encargados públicos destinados a gestionar el ambiente, no entrenados y/o no actualizados, son capaces de ‘atender a la gente’, pero no de resolver los problemas de fondo que aquejan el entorno de los panameños, o de realizar las alianzas necesarias a nivel internacional, con repercusiones útiles en el país.

Si bien, se han observado fenómenos novedosos, la ausencia proporcional del tema en el discurso político en los debates y lo poco que se ha presentado del plan de gobierno oficialista, es preocupante, especialmente con la crisis sanitaria (basura y enfermedades epidémicas), la crisis de energía, el incumplimiento generalizado de las disposiciones pertinentes y desgaste de recursos naturales existentes, humedales, biodiversidad, áreas protegidas, salud de los mares y muchos temas más. Quisiera saber, ¿cómo los aspirantes a diputados y a alcaldes, planean tratar éstos asuntos?

A nivel presidencial, la ventaja que tiene el Partido Revolucionario Democrático en consideraciones ambientales, tanto por el perfil de su candidato a presidente, así como del frente profesional que le sigue y lo logrado en su plan de gobierno es innegable; sin embargo, el Partido Panameñista, ha hecho su parte, con su propuesta sanitaria ‘100 - 0’, adiciones a su plan de gobierno tomadas de la suma de ideas de agenda ambiental de la sociedad civil y la adición de voceros ecologistas en la campaña por la Alcaldía de la ciudad capital, tomando claramente el tema como importante en su plan de campaña.

Finalmente, el Frente Amplio por la Democracia (FAD), sin ser muy profundo, incluye dentro de sus cinco ejes programáticos, el Ambiental, ‘Por un Ambiente Sano, Seguro y a Favor de la Vida’. Considerando su (inconfesa) ideología de izquierda, se podría intuir una afinidad natural con los temas ambientales, pero esto no ha sido observado aún en el grueso de sus estrategias de comunicación política.

Es necesario, que individual y colectivamente, quienes aspiran al poder, internalicen en sus discursos los temas de derechos humanos, incluyendo el derecho a un ambiente sano, no solo opinando sobre lo que se difundió en los medios de comunicación, a fin de ir construyendo opiniones sobre la marcha, sino sobre los problemas de fondo, como la falta de valores, de vocación de servicio, la ignorancia y la apatía con sus graves consecuencias para la sociedad. Lo contrario solo capta atención sobre las consecuencias de los problemas, sin aportar soluciones.

Quien quiera dirigir posiciones de poder a través del voto popular, debe estar consciente de que el desdén, la pereza y a veces, el temor, con el que el servidor público promedio trata los problemas ciudadanos en la vertiente ambientalista, es consecuencia de una falta de liderazgo hacia una gestión de calidad y que es o será su responsabilidad mejorar tal dirección al momento de detentar el poder.

Insto con toda la seriedad del caso, a todo candidato a puesto de elección popular y a cada uno de sus asesores y seguidores, a que se informen sobre temas ambientales y ecológicos, los debatan a lo interno de sus campañas y que transmitan al público sus ideas sobre los resultados, el no hacerlo, excluye toda una plétora de elementos de crucial importancia para el país que desean gobernar.

ABOGADO AMBIENTALISTA

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