• 07/11/2023 10:52

El turismo se lleva la peor parte

Los pequeños empresarios del sector turismo son los grandes perdedores de las crisis que viene atravesando el país en los últimos años

Pequeños empresarios del sector turismo son los grandes perdedores, en esta batalla de titanes en la que la economía de este sector vuelve a perder otra batalla.

Primero con la pandemia, con un cierre total que dejó a muchas empresas a un vilo de desaparecer, mientras que otras dejaron de existir. Algunas lograron sobrevivir pero con operaciones y personal reducido, lo que a esta fecha no cumple con los gastos.

Cuando apenas estaban sacando el brazo de las aguas del mar de pérdidas, se impactan con un paro nacional en 2022, que por varias semanas cerró nuevamente las posibilidades de recuperación, al no permitir el paso de turistas a diferentes pueblo a del interior del país.

Así han seguido entre “tumbos y tumbos”, esforzándose cada día por captar la atención de un turista local que no sabe de todo lo que ofrece Panamá en sus provincias, pues, el país carece de una promoción turística para apalancar al turismo interno (local).

Ahora llega una batalla que no solicitaron, una batalla en la que este sector es el que “más muertos cuenta”, ya que aunque muchos desconozcan, el sector turístico es uno de los que más divisas y movimiento económico podría generar al país, si se le diera el impulso que requiere.

En el turismo no solo ganan los dueños de los hoteles, ganan los transportistas, ganan los guías, los dueños de atracciones, ganan los artesanos, ganan las gasolineras, ganan las farmacias, los restaurantes, hasta los “chinitos de las tiendas”… es una “gran cadena de valor”, que ningún gobierno ha sabido entender.

Con las recientes manifestaciones y cierres de calles y avenidas principales del país, llega nuevamente un golpe, el tercero, con cancelaciones de reservas hechas para fiestas patrias (fechas de muchísimo movimiento).

Muchos han tenido que devolver dinero a sus clientes, otros hicieron inversiones para prepararse mejor y ahora no las pueden recuperar, los artesanos no han podido ni podrán salir a vender sus artesanías buscadas por los turistas.

Al final todo se traduce en pérdidas económicas que ponen en riesgo, nuevamente, la capacidad se subsistencia de estas empresas turísticas, especialmente las más pequeñas.

Aquí se denota una incapacidad única de encontrar solución a situaciones de emergencias como la que estamos pasando. Y de ambas partes, tanto los dirigentes de las protestas y cierres como del propio gobierno.

En un caso como este, al menos, se debió negociar una especie de “corredor” que permitiera el paso a los que ya estaban listos para hacer turismo interno, así el impacto negativo pudiese haber sido menor, sin duda alguna.

Ahora queda resignación, despedir empleados nuevamente, incluso a los que habían logrado recontratar después de Pandemia, con la incertidumbre de hasta cuando durará esto y si lograrán sobrevivir. 

Piénsenlo.!!!

Periodista de Turismo
Lo Nuevo
comments powered by Disqus