Disidencia y unidad

A lgunos ‘analistas políticos’ para ‘certificar’ que el PRD está unido y con opciones de triunfo en las elecciones de 2014 nos llevan al exigente requisito de que, o unificamos al 100% de su membresía o nos avocamos a una ‘apocalíptica derrota’ con JCN a la cabeza.

¿Habrase visto? ¡Al más pendejo le van a preguntar quién es Dios!

A esa conclusión los lleva el velado deseo de que el PRD pierda, dada su oposición ideológica al colectivo y a lo que representa frente a lo liberal conservador, y a lo interno de la organización, a la enemistad y oposición visceral a JCN por el desarrollo de algunas estrategias que, a nuestros pocos y respetados dogmáticos, no les parecen ‘muy Torrijistas’.

¡Chaqueta! ¡A otro perro con ese hueso! Hay división en una organización política, no cuando se disiente, sino cuando grupos y corrientes con liderazgos, objetivos, estructuras y bases con un peso significativo se oponen a su dirección política y/o a una candidatura presidencial de manera militante, con capacidad de crear una ruptura que puede llevar al borrado masivo del partido. No es hoy el caso del PRD.

La Unidad del PRD es incuestionable en vísperas de 2013, excepto para los futuros pacientes de la ‘Operación Milagro’, que no quieren ver, sin confrontaciones innecesarias, que ubican al colectivo y a JCN de manera consistente en el primer lugar de todas las encuestas del país, aún sin una abierta campaña y sin la difusión del ‘Proyecto de país’ que sus equipos de trabajo están consultando y validando con el partido y la sociedad.

Tenemos a un PRD unido frente a la candidatura presidencial de Juan Carlos Navarro y a quien todas sus estructuras de dirección apoyan y como colofón con el espaldarazo público y militante, de Ernesto Pérez Balladares, Martín Torrijos, Balbina Herrera, Samuel Lewis, Bolo Flores y Nito Cortizo, únicos compañeros que podrían considerarse cabeza de grupos de opinión significativos dentro del colectivo.

Además, y para ponerle la ‘cerecita al helado’ se ha galvanizado, recorriendo en equipo, la unidad con sus bases y con el compromiso institucional del resto de los precandidatos de apoyar a quien gane las primarias. Todos los partidos construyen su unidad dentro de la diversidad, aunque algunos pretendan ignorarlo, haciéndose ‘los franciscanos’ para descalificar al PRD.

La Unidad es lograr una ‘contundente y aplastante mayoría’, y no que el 100%, apoye un ‘Proyecto de País’ y a un liderazgo, que ya está resuelto en el PRD. Ese ha sido el mérito de Juan Carlos Navarro quien no solo entra a la contienda como la primera opción para ganar las primarias sino también la presidencia de la República en el 2014.

Para desconsuelo de nuestras ‘aves agoreras’ los que se han ido lo han hecho por razones personales o prebendas, y cuando lo han hecho, se han ido como ‘entierro de pobre’, solos. Todavía ninguno de estos ‘íngrimos’ puede jactarse, menos hoy en día, ante un partido unido, de que se ha llevado a uno solo de sus miembros.

Quiere interpretarse entonces como la existencia de un ‘divisionismo mortal’, como estrategia velada para descalificar al colectivo y a su única opción presidencial, la acción visceral de algunos compañeros ‘disidentes’, que como ‘fusileros de patio’, se han dedicado a denigrar la figura Navarro, intentado minar la sólida unidad de nuestra organización, para alejar la intención de voto favorable al PRD y a JCN del electorado, contribuyendo así a las estrategias de quién dicen combatir: Martinelli y Varela, las dos caras de la misma moneda.

MIEMBRO DEL PRD