• 15/04/2017 02:00

Los doctorados en la UP

Es cierto que el ‘QS Rankings University', ubicó en el 2014 a la UP en el puesto 116 de 300

En fecha reciente, en el informe presentado por el rector de la UP, Dr. Eduardo Flores, el punto 5 dice: Aprobación de un programa de incorporación de jóvenes doctores provenientes de universidades prestigiosas, que desean ingresar a nuestra universidad, bajo la figura de ‘profesor extraordinario'. Esto, como se señala, es para fortalecer la investigación.

Esa medida nos parece positiva, con la salvedad de que otros incentivos, sobre todo lo financiero que dé solidez a las investigaciones, debe igualmente legislarse para los doctores que egresan de nuestra universidad. Aquí suponemos que la nuestra es igualmente considerada como una institución ‘de prestigio', aún de las evidentes limitaciones que vienen principalmente de la falta de recursos. Pero, ¿cuál es la situación de los estudios de los doctorados en la UP? ¿Son o no de calidad, tales programas?

Hace ya dos año recibieron sus títulos la primera promoción del doctorado impartido en la Facultad de Empresa y Contabilidad. Los nuevos doctores, en su gran mayoría, son docentes en ejercicio de la Universidad de Panamá. Este mismo esfuerzo, que busca mejorar la calificación del docente y, por tanto, la calificación de la misma institución, lo han emprendido en otras facultades como es el caso, para mencionar dos ejemplos, de la Facultad de Humanidades con el Doctorado en Ciencias Sociales y en la Facultad de Derecho. Los ejemplos son escasos.

Se trata de responder, con estos estudios de postlicenciatura y maestrías, a unos de los parámetros de exigencias de la calidad de la enseñanza universitaria de que los que ingresan, egresen con una mayor solidez en la especialidad respectiva. Esto es parte de una situación que es exigible para las instituciones de educación superior. Y, sus programas, son establecidos para que los egresados lo hagan con calidad. Siendo así, y aún cuando no regateamos los niveles de calidad de los doctorados impartidos en las universidades consideradas de ‘renombre', tampoco cedemos espacios para no incluir en tal valoración a los programas doctorales emprendidos en la Universidad de Panamá.

Es cierto que el ‘QS Rankings University', ubicó en el 2014 a la UP en el puesto 116 de 300. Esto no es ajeno, entre otras variables, al número reducido de doctorados que hay en la institución. Ahora bien, semejante evaluación no tiene por qué desconocer la calidad que tiene la docencia superior que se imparte en Panamá. En este tema, de las calificadoras, compartimos con la investigadora Vielka Escobar, al señalar que ‘la calidad de las universidades no se puede evaluar simplemente empleando números'. También compartimos el criterio de que ‘si de baja calificación' se trata, al final lo que está de por medio no es el trabajo ni los alcances reales y efectivos de nuestras universidades públicas, sino la naturaleza de las políticas públicas aplicables en los temas de docencia superior'.

Incentivemos los doctorados en la UP. Y démosle el reconocimiento, el valor y el reconocimiento que esto tienen. Que son el resultado, como en otra universidades de prestigios, de programas de calidad, tanto para la docencia como para la investigación.

DOCENTE UNIVERSITARIA.

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