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Cuando la crisis afloró con fuerza en las economía de EUA y en los grandes centros de poder económico en Europa, no faltaron economistas que subestimaron el efecto que lo anterior tendría en Panamá, en especial el impacto sobre los niveles de calidad de vida de los panameños y el empleo. Llama la atención que los economistas no se ponen de acuerdo en cuanto a perspectivas, tiempo, para que el sistema mundial logre estabilizarse y en el caso de EUA, algunos de estos gurús han señalado que al pueblo norteamericano no se le está diciendo toda la verdad sobre la gravedad de la crisis.

En lo que concierne a Panamá, la economía ya revela signos como consecuencia de la crisis, que demandarán de medidas audaces para no empeorar la situación de miles de panameño, que continúan sin ver la claridad del día y otros tantos, comienzan a percibir la amenaza de pérdida del empleo. No exagero, las exportaciones de productos agrícolas no tradicionales han mermado sustancialmente. Este sector de la economía se había convertido en un motorcito importante de generación de empleo, en el interior del país. La situación de las bananeras en Puerto Armuelles tenderá a complicarse, a menos que se tomen medidas viables y audaces. Los problemas de esta región tienen rango de Estado y como tales deben abordarse. En el sector comercio y la Zona Libre de Colón, la situación amenaza con volverse tensa. La situación descrita requerirá de políticas inmediatas para mediatizar el huracán que se nos viene encima. En ese sentido, el gobierno entrante tiene la obligación de informarnos el estado real de nuestra economía, las políticas y medidas que se impulsarán para que la situación mencionada no se torne explosivas.

En el marco situacional descrito, el Estado no puede comportarse lesseferista; tiene que ser un actor proactivo y, no tengo la menor duda, en un ambiente como el señalado se constituye en un factor importante para la ampliación del mercado y la generación de puesto de trabajo. Tiene que haber una política seria y científica, con los consiguientes controles, para que los municipios se conviertan en agentes del desarrollo comunitario.

-El autor es abogado.ramiroguerra50@yahoo.es