• 14/03/2010 01:00

La voz del pueblo… ¿Voz de Dios?

Es difícil, si no imposible, gobernar sin la consulta y apoyo de las mayorías, no se confunda este concepto con el querer ser un goberna...

Es difícil, si no imposible, gobernar sin la consulta y apoyo de las mayorías, no se confunda este concepto con el querer ser un gobernante populista. Un buen gobernante hace lo popular, pero enmarcado en lo correcto. Su primer deber con el pueblo es rodearse de ministros y asesores que comprendan las necesidades de las diferentes capas sociales y satisfacer sus expectativas. Siempre conciliando, mas no imponiendo ni coercionando.

El manifestar que no gobernará con la sociedad civil y que los impuestos son para los cocotudos, además de ser planteamientos confrontacionales, son excluyentes, impositivos e injustos.

Ambrose Bierce, en su Diccionario del Diablo, define la palabra presidente como sigue: “ Presidente. Figura dominante en un grupito de hombres que son los únicos de los que se sabe con certeza que la inmensa mayoría de sus compatriotas no deseaban que llegara a la presidencia ”.

Así las cosas, ¿qué necesidad había de meterse con la señora procuradora, quien por su conducta transparente y eficiente es respetada y admirada por nacionales, foráneo y colegas? Los mismos que idearon y promovieron la campaña contra otra respetable y distinguida panameña, que ocupó la Superintendencia de Bancos en el Gobierno de Mireya Moscoso, son los que dirigieron y orquestaron la salida de la señora procuradora. Hoy ocupan importantes posiciones gubernamentales. ¿Y qué ganaron?, pues, el repudio de la comunidad pensante, reflejada en las encuestas.

Sin reserva alguna me uno a las valientes voces de Roberto Eisenmann, Mario Galindo, Mario Rognoni, Juan C. Tapia, Donatilo Ballesteros, Brittmarie Janson P., y otros panameños pensantes, quienes alzan sus voces de protesta reclamando justamente respeto a la separación de poderes, a la dignidad y a los derechos humanos, así como el cumplimiento de las promesas de campaña.

Mi padre me decía que jamás subestimara al ser humano, sin importar su condición social, porque sería mi primer error, y quizás el último. Si fuimos subestimados.. ¿habremos sido víctimas de un gran engaño?

*Jubilado.viteliodegracia@gmail.com

Lo Nuevo