La corrupción ha sido identificada como el mayor obstáculo para el desarrollo económico y social del país por la ciudadanía y por organizaciones internacionales,...
- 18/10/2009 02:00
Valores vs. antivalores
Cuando quienes creemos en la juventud como la reserva del futuro, aún celebrábamos la grandeza de los estudiantes que participaron en el Concurso Nacional de Oratoria organizado por Cable & Wireless y el Ministerio de Educación el 4 de octubre, la alegría se nos congeló al observar la conducta en contra de los valores que evidenciaron algunos alumnos del Instituto Nacional, al día siguiente, quienes amparados en una supuesta protesta, destrozaron su Alma Mater, reconocida cuna de la intelectualidad y de la formación de destacados hombres y mujeres, capaces de ofrecer aportes constructivos a la Patria.
En la oratoria vimos a jóvenes con entusiasmo y objetivos definidos dirigirse a la audiencia presente y al resto de los que seguíamos a través de la radio y la televisión la actividad, con conocimiento del tema, pero también con mensajes concretos a la sociedad y a la juventud en particular, para que sea productiva y participe decididamente en el acontecer nacional. ¡Qué diferencia!
Nos queda la sensación de que la reserva de la Nación está concentraba en su formación en las aulas escolares, alumbrada por los valores éticos y morales. Ese fue el mensaje que captamos, sobre todo cuando los participantes agradecían a sus padres y educadores, por haberlos guiado e impulsado hasta llegar a certamen.
Pero, las acciones del grupo de institutores, que no solo vociferaba sus fines de manera incongruente, sino que atentó contra las instalaciones del plantel, que destruyó equipo para lograr más oportunidades en sus enseñanzas, francamente nos llevan a creer que hay dos tipos de juventudes panameñas: la poseedora de valores y la que promueve los antivalores. Todavía guardo la esperanza de equivocarme.
Si estos muchachos, que hasta se valieron de máscaras para no dar la cara, supieran de las carencias que atraviesan los estudiantes de algunos poblados muy distantes de la ciudad capital, en donde el uso de la Internet ni siquiera se piensa, entonces, tal vez, valorarán tanto el lujo de edificio, como lo es el Instituto Nacional, como la trayectoria de entidad educativa formadora del pensamiento, así como la importancia del resto del soporte material de gran valía en el proceso de enseñanza aprendizaje.
Aspiro a que los padres y educadores puedan abrirle el entendimiento a estos jóvenes para que comprendan que si de emular se trata, entonces sigan el ejemplo de Carlos Virgilio Saldaña, el chiricano ganador del primer lugar del concurso nacional de oratoria; al igual que las conductas de Ruddy Rodríguez, Cristy Salas, Alexander Santana, Laura Norato, Karlina Teucama, José Rodríguez, Kenia Salazar, Michel Cornejo y también los deportistas Irving Saladino, Alonso Edwards y Luis Jones Durango.
Necesitamos de una juventud con metas definidas y no la destructora de su patrimonio, con lo cual condena a los que le suceden en el tiempo, a la ignorancia. No queremos que haya más muertes de chicos de 14 y 19 años, producto de supuestos ajusticiamientos o que empuñan las armas en una banda de delincuentes.
*Periodista y relacionista pública.evamontilla11@yahoo.com