El camino por recorrer

Los cambios vertiginosos que hay alrededor del mundo impactan a diario en nuestros países. Panamá, que en 1989 recuperó su democracia, hoy anda dando tumbos, porque no supo hacer un proyecto país que nos llevase al desarrollo en estos últimos 25 años. Ocurrió que nos engañamos nosotros mismos, porque consideramos que democracia era solo unas elecciones cada cinco años. La realidad es que aquí se asentó una casta de avivatos que hizo del país un negocio. Afectó la justicia, la educación, la salud, el transporte y, sobre todo, la confianza de la sociedad. Lo peor es que cada día que pasa y no enderezamos rumbo, perdemos una valiosa oportunidad y arrinconamos más el país. Lo importante es que hoy, que sabemos esta cruda realidad, el Gobierno tiene que empezar por hacer las cosas bien. Hoy el mensaje es que se persigue a los corruptos, pero la percepción es que hay una justicia selectiva y vengativa. Que le cerramos los negocios a los juegavivo, pero la realidad es que se ha creado otra casta de privilegiados... Así no vamos para ningún lado. La Asamblea Nacional (AN) debe empezar a legislar para que el país se enrumbe y el Gobierno, recuperar la confianza de la sociedad y unir a su pueblo. Es la tarea que hay que hacer o, de lo contrario, directo a estrellarnos.