Un espejo

En Shangái ocurrió hace poco una tragedia de grandes proporciones. Un edificio de 28 pisos se incendió y acabó con la vida de decenas de personas. Los bomberos sufrieron para extinguir las llamas. Es precisamente uno de los espejos en los que nos debemos mirar. En nuestra urbe capitalina se erigen colosales edificios y las preguntas que caben son: ¿Estamos preparados para sofocar un siniestro de estas proporciones y evitar que vidas humanas queden calcinadas? ¿Están debidamente equipados con extintores, salidas de emergencia y edificados con materiales de buena calidad? ¿Para su construcción, los funcionarios responsables cumplieron a cabalidad sus funciones a la hora de inspeccionar y otorgar los permisos? Hace poco ocurrió un incendio en uno de estos grandes edificios y nos alarmó. Ojalá lo ocurrido en China nos llame la atención y tomemos precauciones para evitar una tragedia.