• 04/02/2019 01:00

Libros escolares desechables

Casi todos los años tienen que gastar cientos de dólares en la compra de estos libros

Dentro de los grandes problemas de la educación está uno que afecta directamente el bolsillo de los miles de padres de familia. Se trata de los libros escolares desechables. Casi todos los años tienen que gastar cientos de dólares en la compra de estos libros, que solo tienen pequeños cambios entre un año y otro, pero esos pequeños cambios los hacen inservibles. Resulta incongruente, además, porque los libros, muchos de ellos que superan los cien dólares, no se pueden ni siquiera traspasar a otro estudiante, sino que van directo a la basura. Y el problema radica en una componenda entre la junta que controla la aprobación de los libros escolares y los editores de libros. Es una componenda leonina que no mira en la economía y el reciclaje, sino en la forma cómo sacarles el dinero a los sacrificados padres de familia. Y es que no tiene sentido obligar a los padres a comprar nuevos libros todos los años y que los viejos libros queden inservibles. Lo sorprendente es que en décadas pasadas los libros pasaban de mano en mano, de generación en generación y seguían igual de útiles y los estudiantes salían mejor preparados que ahora que a cada año hay que cambiar de libros. La educación hay que mirarla en todo su contexto y hoy el negocio prima sobre la calidad de la enseñanza. Hay que retomar prácticas del pasado y una de ellas es que los textos escolares tengan una vigencia más larga y que su cambio sea necesario si la situación realmente lo amerita.

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