Memoria vs. competencia

Panamá midió cómo está el nivel educativo en el país, al someterse a la prueba de la OCDE, en el programa internacional para la Evaluación de Estudiantes y salimos mal. Nuevamente haremos la prueba y, a decir del presidente Laurentino Cortizo, volveremos a salir mal. La pregunta es ¿por qué salimos mal en las pruebas PISA, que miden tres áreas principales: lectura, matemáticas y ciencias? La razón puede estar en el sistema de enseñanza, centralizado en lo memorístico. Quizás debamos cambiar este sistema de enseñanza e ir más al sistema de enseñanza-aprendizaje por competencia, que no es más que “lograr que nuestros estudiantes sean capaces de llevar el conocimiento a la realidad que les rodea; que aprendan de manera práctica los propios contenidos teóricos que les corresponda en todas las áreas”. El sistema educativo panameño se basa mucho en la memoria y obliga al estudiante a memorizar para pasar; por una nota. El estudiante se prepara solo para esa nota y predispone su mente solo para pasar esa materia, sin importar que luego todo se borre de su mente. Y ese es el grave problema que tienen a la hora de hacer pruebas como la PISA. Lo peor es que el profesor se califica como duro o suave, porque “deja” o “ayuda a pasar”, cuando debiera ser calificado como profesor que “enseña” o “no enseña”. Y el problema es mayor cuando son los propios profesores quienes ven su profesión solo como un trabajo y no como un apostolado al que se dedican porque su misión es darle la base formativa a los futuros líderes y profesionales del país. Seguir con este sistema arcaico en la educación es seguir en el error.¡Así de simple!