La misión

Como los medios de comunicación dedicados a la información hacen un trabajo diario que sirve de base a las distintas capas de la sociedad, ya sea para tomar decisiones, precauciones o simplemente dar sustento a conversaciones de sobremesa, hay quienes creen estar convencidos de que conocen ese rol mejor que cualquiera. Así, cuando la información que en sus espacios aparece les agrada, los dignifican; y cuando les incomoda, los critican. Ya los medios están acostumbrados a ese bailoteo de posturas y los que nos ocupamos objetivamente de registrar los hechos sin otros ánimos que los de informar evitaremos los ataques sujetos a intereses particulares, velados o explícitos ahora y después, por la naturaleza de nuestra esencia periodística. Los medios no deben ser el vehículo político de ningún grupo para atacar a nadie, pero tampoco están para cuidar a cualquiera que no proteja su propia reputación. Desviar el foco de una situación hacia los mensajeros en lugar de demostrar con argumentos reales y centrados la razón que se dice tener, es una técnica inútil. A los medios nos guía en nuestra misión la luz de la verdad.