Reestructuración política

No es uno ni dos, son varios partidos políticos que están obligados a una reestructuración interna para volver con fuerza a la vida nacional. Se trata del ejercicio interno para hacer catarsis y establecer una hoja de ruta al futuro. El problema de los partidos de hoy es que dejaron de ser ideológicos y se convirtieron en electoreros. Que se preñaron de una membresía bofa que solo se inscribe para buscar nombramientos, en lugar de ser personas que aportan al desarrollo de la nación. Pero la reestrcturación política va más allá de los partidos. El Tribunal Electoral y el código electoral, tienen que sufrir cambios para mejorar. El ejercicio de alianzas, por ejemplo, al mes de septiembre, impidió darle más sabor a la fiesta electoral y en su lugar los partidos se vieron encasillados en una camisa de fuerza que dejó un mal sabor de boca. La elección ya pasó y en el camino hay muchos temas importantes como la sostenibilidad de la Caja de Seguro Social, el tema minero, el agua para beber y para el Canal, etc, pero también está el constitucional. El liderazgo que emergió el 5 de mayo pasado tiene una tarea titánica por delante y en manos de sus actores está que el país se enrumbe hacia el desarrollo. Contribuiría mucho que los dirigentes actuales de los partidos políticos que fueron derrotados, nos sorprendan con un liderazgo más allá de sus intereses personales y emprendan una reestructuración interna que cimente mejores bajes a sus colectivos. Es lo menos que se espera de ellos. ¡Así de simple!