Sin radicalismo ni intransigencia

Apostar por el diálogo es la ruta correcta para salir de la crisis en la que se encuentra el país. La propuesta de los gremios docentes de pedir una mediación de la Iglesia católica y lo manifestado por el presidente del Consejo Nacional de la Empresa Privada, de abrir la posibilidad a un debate más amplio sobre los puntos de inconformidad, son pasos importantes que expresan la existencia de una cada vez mayor sintonía nacional, de que el diálogo es la paz social del hoy y del futuro. La complicada situación económica de Panamá demanda desprendimiento de todas las partes para salir de la crisis. Ni radicalismos sindicales ni posturas intransigentes desde el Gobierno son los caminos para destrancar el país. Sí es posible construir una salida negociada con el mayor consenso que las circunstancias permitan, pero para ello hace falta voluntad política. Basta de cálculos politiqueros de quienes desprecian la democracia y el Estado de derecho; es momento de pensar en la Nación panameña y actuar ya.