ZLC Y SUS TIERRAS

Panamá vive una loca carrera de venta de tierras estatales que se suma a los continuos sobresaltos que produce el incierto destino de los activos nacionales. El discurso oficial en la Asamblea Nacional denota improvisación, especulación, falta de transparencia y conflictos de intereses. Nadie sabe por qué se venden y, mucho menos, a quién se venden los activos del país. En este turbio panorama es donde se asienta la crisis que vive la sociedad colonense por la Ley N° 72 que sustituye la ley original que creó la ZLC (1948). El saldo de una política de poco diálogo y consenso son los cierres de vías, protestas, violencia y represión en las calles de Colón. Desde el poder se escuchan palabras peligrosas, especialmente cuando se habla de ‘terrorismo’ en Panamá. Ningún extremo, ni la violencia de las calles o las armas del poder policial pueden conducir a la paz social. Como tampoco ayudan las imágenes que se vieron en la AN cuando el diputado Gálvez se burlaba grotescamente al ser aprobada la ley de la discordia.