Corrupción, ¿endemia?...

Está regada... en espacio y tiempo, no es exclusiva de una clase social ni de sector, público o privado, ni de un área geográfica del país... y parece que uno de sus síntomas es la inacción, la indiferencia de los justos, a menos que sea por las redes sociales o bochinches de pasillo... ¡Cuánta envida genera recordar a Guatemala! Hay que reconocer que se hacen esfuerzos desde diferentes sectores de la sociedad, pero no parecen lo suficientemente fuertes para desenmascararla totalmente, sancionarla ejemplarmente y detenerla, al menos, por miedo al castigo. Da pesar y causa desesperanza ver cada día aparecer nuevos casos y caras, cuando aún no se cierran como debe ser los casos que ya están ante la justicia y peor sentir que, pese a lo que esperamos y promovimos, no pasará nada o casi nada... Ojalá sí pase y todos aprendamos que la corrupción NO ES NORMAL NI JUSTA NI DECENTE, que mata sueños e incluso gente que no recibe, por ej., atención a su salud, porque algunos corruptos se llevaron los dineros del Estado.