¿Un Gabinete fallido?...

¿Huecos en las calles, falta de vías?, que el presidente vaya a resolver; ¿los productores del rubro que toque, no tienen buenas ventas, sienten que el Gobierno no les resuelve sus problemas?, marcha a la Presidencia de la República, a ver si el presidente los recibe; ¿que no hay agua potable o las servidas están haciendo desastre, no recogen la basura, no arreglaron la escuela a tiempo?... la ‘amenaza' directa al presidente... y que vaya a ver qué pasa. O los diferentes ministerios y entidades no están dado la talla o sufrimos de un presidencialismo severo, excesivo, y hasta abusivo. Lo cuestionamos, promovemos que constitucionalmente se le quiten ‘poderes' al presidente, pero no queremos que nos atienda el ministro ni el gobernador ni un director..., ‘no, que venga el presidente', pues ‘otro no tiene peso'. ¿Entonces para qué está el Gabinete, de qué nos quejamos al señalar que el presidente anda metido en todo y que por eso no hace lo que debe, qué queremos cambiar? Quizá lo que debemos cambiar primero es la mentalidad, así nos enfocaremos en forzar a los funcionarios a que cumplan con su trabajo, que resuelvan a tiempo, antes las soluciones que los antimotines.