• 23/07/2015 02:00

“Las carreteras no se comen”...

Muchos recordarán esta expresión y, pues sí, no se comen las carreteras, pero el impacto que tienen en el desarrollo de las poblaciones

Muchos recordarán esta expresión y, pues sí, no se comen las carreteras, pero el impacto que tienen en el desarrollo de las poblaciones, en su calidad de vida, es tangible. Solo hay que ir a un pequeño poblado metido entre las faldas de los cerros en Lídice de Capira, Majara, por ej., para comprobar de qué manera mejoró la vida de los lugareños con una vía, que no fue la carretera que la diputada prometió, sino un camino con gravilla, pero solo cambiar el lecho de río que tenían por camino hizo la diferencia. Hoy, hay mejor transporte; no tienen que madrugar tanto para llegar al centro de salud a unos diez minutos en carro; los estudiantes no pierden clases por las lluvias que no los dejaban salir; los carros con mercancía entran... Por ello, es importante que el Gobierno nacional, no solo le dé atención a las vías principales, sino que igual atienda a los pueblos que carecen de siquiera caminos bien cortados que en la época lluviosa se convierten en intransitables casi totalmente unos y otros, amén de intransitables, en pesadillas por lo peligrosos. Destinar dineros a mejorar la red vial NACIONAL, es una inversión que deja ver los beneficios enseguida.

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