No hay cultura del Metrobús...

Parece que no, y podría ser que los mismos que en el Metro de Panamá se comportan tan bien, son los mismos que en el Metrobús son... maleducados, un término suave. Incluidos los operadores/conductores/choferes. Y aquí parece que no hay a quien ponerle las quejas con la esperanza de que se corrija. Por un lado, muchos usuarios —que no son el mejor ejemplo de convivencia armónica y educación— dañan, se llevan y se ‘meten' por la puerta de salida, y a veces el bus ni siquiera está lleno, simplemente es su condición moral de juegavivo, de corruptos, que no es corrupto solo el que se lleva diez millones. Por otro, algunos ‘operadores', bonito nombre para un patán, que no consideran a nadie, paran donde y a quien les da la gana —unidad #0503, asignada ayer a La Gran Estación como última parada—, aunque el bus no esté lleno, frenan como aprendices, hablan por celular, chatean... ¿Pero a quién ponerle las quejas, con semejante enredo que hay en ese sistema del Metrobús que el Gobierno no termina de arreglar?