El banano espera salvación

Los trabajadores del banano en Puerto Armuelles la están pasando muy mal, pues no se puede vivir con lo que cada uno de ellos devenga del gobierno. A su vez, el gobierno la pasa mal, pues está gastando un dinero en pagos de planilla por un trabajo que no se está haciendo (las fincas están ociosas) mientras se consigue otro propietario que sea quien pague. Lo que se supone debiera ser un negocio, se parece a una fundación grande de caridad pública que todo el país costea. Por su parte, el país también sufre, pues está perdiendo dinero y banano, mientras contempla cómo se malogran sus fincas. Así no se puede. Al banano porteño hay que salvarlo. Y exigir cuentas a los responsables del dinero que se ha perdido. Pero, igualmente, hay que proteger los intereses de los trabajadores. Progreso con legalidad y justicia social es la fórmula.