Cordura en la derrota

Los resultados de las elecciones son, sin duda alguna, un gran golpe para el PRD, que debe analizar a fondo las causas de su derrota. La salida fácil es culpar a los demás de los errores y rehusar mirar los propios. Sin embargo, es en las adversidades donde se conoce la grandeza de las personas. Flaco favor le hace al país y a sus seguidores la dirigencia del PRD desatando una guerra intestina a su interior. Lo que requiere la democracia y merecen los 500 mil panameños que respaldaron la candidatura del PRD es un examen desapasionado de los desaciertos del pasado para poder enfrentar con dignidad el papel que les corresponde en los próximos cinco años: ejercer una oposición reflexiva y constructiva que fiscalice al nuevo gobierno y sirva de contrapeso al inmenso poder que le entregó el pueblo. Esa es la responsabilidad del perdedor en una democracia.