Conflicto de todos

E l tono del conflicto entre Colombia y Venezuela es muy preocupante. Una cosa es subir la voz y otra muy distinta hacer un llamado a prepararse para la guerra, como lo hizo el presidente de Venezuela. Por ahora, éste es un asunto entre las dos naciones. Sin embargo, es hora de que la región se vaya preparando para asumir una posición clara en caso de que se continúe elevando el nivel del conflicto. Un enfrentamiento entre países con los que Panamá tiene relaciones tan estrechas, afectaría seriamente nuestros intereses. Los económicos, por sus inevitables efectos comerciales, y los políticos por las repercusiones que tendría para la estabilidad de la región y la neutralidad y seguridad del Canal, que podría convertirse en objetivo estratégico militar. Panamá no puede quedarse callado en este tema en el que, más que nunca, debe hacer gala de su tradición mediadora para tratar de recuperar la cordura y la paz en el continente.