Corrupción premiada

La Lotería Nacional es para un par de avivatos. Este diario ha hecho varias investigaciones que concluyen en lo mismo: acaparamiento, tráfico de influencias y corrupción. Todo se trata de un vil negociado que todos prometen acabar, pero nada hacen. La campaña contra los ‘casados’ no es más que una cortina de humo porque se ataca al humilde billetero, pero se transa con el ‘gran acaparador’. Sí, ese al que todos los regentes de la Lotería dan miles de dólares en libretas para que se las ‘administren’. Eso es vox pópuli entre billeteros. Para acabar con ese mal y el de los ‘casados’, las rifas y los ‘one-two’, lo que hay que hacer es un nuevo esquema de venta, de manera que el billete se compre en las tiendas y supermercados. Porque la Lotería ya no es de beneficencia para los más humildes; lo es, estamos seguros, para los acaparadores y su red de tráfico de influencias. ¡Qué corrupción!