Hasta luego, amigo

La vida de Winston Robles está cargada de anécdotas. ¡Cuál de todas más interesante e importante! Ayer, por desgracia, dejó este mundo terrenal para unirse a los sabios del firmamento. Su legado no está escrito en libros, pero ¡sí que dejó huellas imborrables para el país! Desde la creación del MAI (Movimiento de Abogados Independientes), aquella agrupación que nació en los setenta para enfrentar la dictadura de Omar Torrijos y que luego se transformó en el Partido Acción Popular (PAPO), la mano de Winston fue una piedra angular. En el diario colega La Prensa, Winston Robles fue el director que le dio estabilidad al rotativo y quien enrumbó al periódico por un sendero de lucha por la democracia y la libertad de expresión. Pionero en editoriales sin punto y aparte, Winston Robles impregnó con su filosofía hegeliana la profundidad que el país necesitó en su momento, tras la invasión de 1989. Prefirió no aceptar una magistratura en la Corte Suprema de Justicia, porque Panamá lo necesitaba más desde la trinchera del periodismo. Con la mente más organizada que haya tenido panameño alguno en los últimos años, Winston Robles fue ese filósofo que dio su sangre por Panamá. Hemos perdido a un gran hombre y reconociendo su valía, La Estrella le rinde sentido homenaje a este gran patriota que hoy nos deja.