Después de Chávez

La partida de Hugo Chávez deja a Venezuela en una incertidumbre preocupante. Por un lado los chavistas están divididos y, por el otro, la oposición no está del todo articulada para asumir el mando. Es una encrucijada difícil, porque Venezuela puede caer en un abismo y el país, dividirse de tal manera que sea difícil de recuperar. Hasta ahora no hay un líder aglutinante; las corrientes son diametralmente opuestas… Lo prudente es que se llame a elecciones generales en el tiempo previsto en la Constitución y que los candidatos se esfuercen por unir en lugar de dividir. Los Estados democráticos tienen un importante papel que jugar y es aquí donde se equivocó la OEA, cuando sin mayor análisis avaló lo que hizo el chavismo cuando el presidente electo (q.e.p.d.) ni siquiera pudo tomar posesión. Ahora, ¿dejará Maduro el poder para permitir que Cabello asuma, y luego éste va a convocar a elecciones? Ojalá la OEA asuma un papel protagónico, porque el pueblo venezolano lo merece y el propio Hugo Chávez. La situación es inquietante cuando ya Maduro ordenó el despliegue de las fuerzas armadas. Ojalá Panamá sepa manejarse como en su momento lo hizo con Honduras.