Fin al paro

Cierto es que los educadores están mal pagados. Que las infraestructuras necesitan ser mejoradas. Que las condiciones de las escuelas y colegios tienen que ser atendidas de forma prioritaria como el gobierno actual le metió mano al tema de infraestructura vial y al Metro. Mas toda acción de fuerza genera desasosiego y los únicos afectados son los estudiantes quienes, precisamente, son el futuro de la sociedad. Cada día que se pierda de clases jamás se recupera. Independientemente de quién tenga la razón en este conflicto educativo que se vive hoy, las partes tienen el deber de priorizar. Seguir con la visión de que el que cede pierde es un error, porque entonces ninguno tiene como objetivo lo prioritario en la educación: los estudiantes. Tanto el Ministerio de Educación como los gremios docentes en paro tienen la obligación de sentarse a dialogar lo que tengan que dialogar, pero ambos deponiendo posiciones radicales. Lo primero que deben hacer es finalizar la huelga y eso de los descuentos y amenazas de destituciones déjenlo para el diálogo. Ojalá razonen ambas partes.