• 30/09/2013 02:00

Lo que cabe

Por muchas bondades que posea, la polémica ley de salud le inflinge un daño terrible a la sociedad panameña. Nadie gana con un paro médi...

Por muchas bondades que posea, la polémica ley de salud le inflinge un daño terrible a la sociedad panameña. Nadie gana con un paro médico, de enfermeras, auxiliares y administrativos de los centros hospitalarios. El problema es mayúsculo, porque mientras el mensaje del oficialismo es que los médicos son los que impiden que vengan especialistas para que trabajen en el interior del país, los galenos lo que señalan es que hoy son ellos, pero mañana vendrán arquitectos, ingenieros, abogados, contadores y cuanto profesional les dé la gana, afectando a los panameños. Lo más prudente es que la ley sea vetada o derogada de inmediato. Entró en la vorágine política y su vigencia lo que hace es más daño que bien. Ahora, una vez pasemos de esta campaña electoral que cada día es más fuerte, el nuevo gobierno tiene la obligación de reformar el código sanitario. Eso sí, logrando el consenso con todas las partes. Nuestros pueblos merecen de especialistas, pero nuestros médicos merecen que les paguen bien. Un dilema que tampoco es muy difícil de resolve r.

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