El país que queremos

La vida se trata, entre otras cosas, de soñar. En el imaginario colectivo, todos debemos estar anhelando un Panamá en el que haya oportunidades para todos; en el que impere la justicia recta y no la que se tuerce por intereses inconfesables y vínculos con los poderes políticos, económicos y gremiales; en el que se legisle con decencia para promover el bien común, de manera que los panameños más vulnerables, perciban la solidaridad de sus compatriotas que les llega de la mano del Estado; en el que la decencia impere sobre el ‘juega vivo’; en el que las obras se construyan a los precios justos y con la calidad y durabilidad necesarias. En fin, un Panamá mucho mejor que el que tenemos en estos momentos. Hagamos ese sueño realidad.