Firma del pacto ético

Más vale tarde que nunca, reza un conocido y antiguo adagio popular. Los siete candidatos a la Presidencia de la República, teniendo como testigo simbólico nada menos que al impulsor estadounidense de los tratados que nos devolvieron la soberanía sobre el territorio de la antigua Zona del Canal, estamparon su firma en el documento puesto a consideración de la sociedad panameña por la Comisión de Justicia y Paz de la Iglesia católica. Ahora toca esperar, tanto de los partidos políticos que representan como de los grupos independientes que los apoyan, así como de los candidatos por la libre postulación, un comportamiento acorde con lo establecido en el documento. Los panameños hemos demostrado, después de la penosa experiencia de las elecciones de mayo de 1989 _en las que coincidentemente Jimmy Carter fungió como observador_ que tenemos la estatura suficiente para manejar torneos electorales transparentes y en los que se cuenten los votos y se reconozca sin duda al triunfador. El Tribunal Electoral ha sido garante de ello. Apoyemos todos a nuestra democracia.