• 31/03/2014 02:06

El Tapón del Darién

Siendo una reserva de la Biósfera, la selva del Darién merece una mayor protección por parte de los gobiernos.

‘El pulmón de Panamá’, así ha sido definida nuestra maravillosa selva del Darién. Allí los productos crecen de una manera exuberante, porque su capa vegetal es de tal magnitud que hacen de esa tierra, quizás, la más fértil de nuestra geografía nacional. Se ha intentado muchas veces completar la construcción de la carretera Panamericana a través de sus entrañas, pero tales intentos no han fructificado. Quienes temen que la selva termine de ser devastada, se oponen férreamente a tal posibilidad. Lo cierto es que, tanto del lado panameño como del colombiano, las poblaciones de la provincia del Darién y del departamento del Chocó, son las que viven en mayor abandono y subdesarrollo desde siempre. La selva del Darién no ha sido inexpugnable, de hecho hay cientos de trochas por las que transitan guerrilleros, extranjeros indocumentados, comerciantes, traficantes de maderas preciosas; en fin, un comercio al margen de la Ley y al amparo de la espesa vegetación es actividad diaria en nuestro pulmón vegetal. A la próxima administración le tocará, de seguro, hacer frente a los intentos de abrir la carretera. Sea cual sea la decisión, lo cierto es que siendo una reserva de la Biósfera, la selva del Darién merece mejor suerte que la que ha tenido hasta ahora.

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