• 27/09/2014 02:00

El problema de las cárceles

Hay muchas preguntas que exigen respuesta

El sistema penitenciario es un problema de nunca terminar. Ayer se escenificó una balacera en el Centro Penitenciario Nueva Esperanza, ubicado en la provincia de Colón. Las preguntas son muchas, pero deben empezar por ¿cómo se puede dar este intercambio con armas de fuego en unas instalaciones en las que está prohibido portarlas, hasta para los custodios? No hay forma de entender semejante incoherencia. Se reportó por los medios de comunicación que duró más de una hora y un detenido, herido en el pecho, fue trasladado al Hospital Amador Guerrero. ¿Cómo puede hablarse, con tanto desparpajo, de que en las cárceles hay celulares y todo tipo de herramientas tecnológicas, que desde las cárceles se planean los principales hechos delictivos que ocurren el país? Y, finalmente, nos enteramos de que hasta tienen armas de fuego para liarse a tiros. Un mes antes de las elecciones recién pasadas se inauguró el complejo carcelario La Nueva Joya de 40 hectáreas, a un costo de más de 170 millones de dólares. Todavía hoy, no se ha utilizado. El presidente de la República ha autorizado que la policía penitenciaria entre en todas las cárceles del país a poner orden. Esperamos que también instruya una investigación sobre esta cárcel de adorno.

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