Transformaciones nacionales

Cuando las naciones llegan a encrucijadas históricas tienen un enorme deber, darse cuenta. Panamá, a partir de las elecciones de mayo pasado, ha llegado a niveles altamente preocupantes con respecto a su institucionalidad. Los medios de comunicación social han presentado informaciones contundentes sobre graves actuaciones de funcionarios de la administración anterior. Existen también las denuncias que han presentado las instituciones. Pensar que en el país no ha pasado nada, sería un desconcierto. Estamos ante la posibilidad de grandes transformaciones, estas posibilidades van más allá de la decisión que tenga la administración de asumirlas. Porque la ciudadanía que ha demostrado que quiere cambios, también está dispuesta a exigirlos. La designación del procurador general de la Nación no debe tardar más. El nombramiento, sin duda, será examinado por el país, y a la Asamblea Nacional le corresponderá hacer su parte; pero los retos de ese ciudadano o ciudadana son inmensos y vitales para el futuro nacional, las grandes transformaciones pasarán por la calidad del desempeño de ese o esa funcionaria, que entre tantas responsabilidades tendrá, también, que saber interpretar los deseos de transformación de los panameños.