• 08/05/2015 02:00

Un paso positivo

Necesitamos que el Órgano Legislativo deje de alcahuetear la corrupción

En todo país democrático el referente final de la justicia es la Corte Suprema. Es por ello que los magistrados deben impedir que influencias externas interfieran en sus fallos, los que han de ser producto exclusivo de la adecuada interpretación de las leyes. Con la admisión de la demanda por parte de la Asamblea Nacional en contra de Víctor Benavides Pinilla, los magistrados empiezan a caer como fichas de dominó. No es un secreto la injerencia que tenía el Órgano Ejecutivo sobre los mismos y las evidencias de juicios productos de prebendas inadmisibles en cualquier Estado de derecho. La percepción ciudadana hacia la CSJ es de rechazo y esa apreciación no es al azar, sino consecuencia de sus propias acciones. Igual podríamos decir de la Asamblea Nacional, por su actuar en los casos de los magistrados. Por fortuna y por presión ciudadana, el Legislativo empieza a despertar de su errática conducta. Primero fue Alejandro Moncada Luna y ahora Benavides. No podemos seguir con dos grupos en pugna: por un lado el Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial y, por el otro, la población. Esto tiene que ser superado con acciones concretas y transparentes, para impedir que sea demolida la institucionalidad. Necesitamos que el Órgano Legislativo tome acciones ejemplarizantes y deje de alcahuetear la corrupción.

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