• 30/06/2015 02:00

Petaquilla, sus tareas incumplidas y el hacer justicia

Las ilusiones que se vendieron con un proyecto que se suponía iba a ser la salvación de una región pobre como Coclesito

En lo sucedido con la empresa Petaquilla Gold, luce muy acertado aplicar el viejo refrán: ‘No todo lo que brilla, es oro'. Las ilusiones que se vendieron con un proyecto que se suponía iba a ser la salvación de una región pobre como Coclesito, en el distrito de Donoso en Colón y que, como lógica consecuencia, traería grandes beneficios al país en general, se han transformado en una dura y nada agradable realidad, llena de contaminación, daños a la salud de los pobladores y trabajadores sin recibir sus salarios o sus liquidaciones. Con daños ambientales visibles, producto de la irresponsabilidad y la poca visión de estos empresarios, la situación retrata de cuerpo entero uno de los peores negocios, donde no hubo un plan para amparar a los trabajadores ni revertir los daños ecológicos que produjo la explotación de la mina. Abandonado desde hace más de un año, la acción legal interpuesta por el Ministerio de Ambiente llega en un momento crítico, aunque todo indica que revertir todo el daño que se ha producido sea una acción tardía, y más que monumental, necesaria e imperativa. Y mientras la justicia hace su trabajo, quienes se deslumbraron con el brillo del metal amarillo esperan solo poder seguir sus vidas, y nunca más pasar por un calvario de tan grandes proporciones.

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